Todo lo que llega desde Estados Unidos tras la decisión legal de desproteger el derecho al aborto tiene tintes de despropósito. Lo último, la psicosis que esa decisión ha creado con las aplicaciones móviles que muchas mujeres utilizan para registrar y controlar sus ciclos menstruales. En redes sociales se insta a darlas de baja y borrar sus datos, en el temor a que estos terminen en manos de terceros que controlen esos ciclos y puedan inferir un posible aborto. Parecería una locura. Pero no olviden que aquí se multó a la La Liga por usar una app para espiar a quien veía partidos de forma ilegal.