Estamos empezando a pensar que nos fallan los sistemas naturales de medición porque, invariablemente, creemos que cada mes que acaba ha sido peor que el del año anterior y, una y otra vez, nos equivocamos. Nos hemos lamentado de que este septiembre fuese horriblemente lluvioso cuando la realidad es que llovió menos que los cuatro precedentes. A ver si va a ser que eso de que “septiembre en A Coruña viene bueno” no es verdad.