Una oportunidad perdida

Una oportunidad perdida

Cómo han jugado con nuestras ilusiones al anunciar eso de la prueba de madurez para los alumnos que se presenten a Selectividad. Ya nos imaginábamos alguna especie de psicotécnico infalible y, lo que es más importante, exportable a, por ejemplo, los procesos de selección para contratar empleados, las comunidades de vecinos a la hora de elegir presidente, la concesión de carnés de conducir, la aceptación como huésped de un hotel con piscina debajo de las terrazas, la búsqueda de pareja estable con la que formar familia... Y resulta que al final no es más que un comentario de texto corregido y aumentado. Una adaptación a los tiempos, vamos, en la que además de letra impresa también hay que comprender imágenes, infografías y audiovisuales. Lástima de oportunidad perdida, con la de buenas selecciones que se podrían haber hecho a partir del criterio de madurez. Y la de tiempo que se habrían ahorrado algunos en relaciones sin futuro. 

Una oportunidad perdida

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