La apertura de un establecimiento hotelero suele concitar parabienes y buenaventuras por doquier en aras de la promoción del turismo y de la creación de empleo estable. Sin embargo, no parece haber mucho entusiasmo que digamos por parte de las administraciones (local y provincial) sobre la inminente inauguración de la Pousada de Ribadumia, en la que se han invertido no pocos recursos públicos en un proyecto controvertido como pocos. Pues bien, a semanas de recibir a los primeros huéspedes ni el Concello ni la Diputación tienen mucho que decir acerca de ese establecimiento hostelero del que usted me habla.