Con la camiseta

No vamos a contar nada nuevo. Es el pan nuestro de cada día, así que si alguien cree que aquí describimos la pólvora, se equivoca. Los gabinetes de comunicación, sobre todo los políticos, son dirigidos por grandes profesionales. Hasta ahí todo claro como el agua. Ocurre, sin embargo, que cuando algún compañero es contratado para dirigir y controlar la comunicación no siempre se va del todo del periódico, radio o televisión al que perteneció. Siente la obligación de seguir siendo fiel al medio del que formó parte, pues unas veces por miedo a que se acabe lo del gabinete y otras porque “siente los colores”. Al grano. Que a alguno les gusta filtrar noticias o dar chivatazos, incluso de esos que cantan más que Pavarotti en sus buenos tiempos. Eso cabrea, pero los que estamos en el día a día hasta lo entendemos. Torcemos el morro cuando sucede y dejamos correr, porque hasta te suelen dar pena porque creen que no nos empanamos de la trastada. Eso sí, los queremos igual. Pobriños.

Con la camiseta

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