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jueves | 25 abril | 2024
Pocos municipios de 30.000 habitantes pueden presumir de tener en su territorio dos campos de golf. Arteixo es uno de esos ayuntamientos que cuenta con hoyos en Larín y en A Zapateira. Sin embargo, el último se divide entre Culleredo, Arteixo y A Coruña. Si el primero solo tenía el “13” en su territorio, ya le ha dicho al municipio que preside Carlos Calvelo que le cede sus metros. A Coruña es más reticente y quiere toda la instalación.
Como explica el concejal de Urbanismo, Alberto Castro, la ciudad planteó su plan urbanístico “como o irmán grande que é. É normal que sexa ambicioso, ao non ter un límite establecido”. Pero, Arteixo no se lo pondrá fácil a María Pita y su intención es seguir presumiendo de tener, por lo menos campo y medio de golf en sus tierras.
Culleredo
Con la aprobación inicial ya efectuada, Culleredo ha tenido que plasmar sobre el papel sus límites geográficos. Castro recuerda que en este caso, el deslinde está definido y atado y que, lo importante es que no haya disonancias urbanísticas en las zonas que comparten.
La frontera está “pactada dende hai anos, e aprobada, falta un trazo”, indica el edil. En este sentido, la zona difusa sería el campo de golf de Uxes, que cederá a Arteixo sin mayor problema, y los núcleos de Regocheo y Campiño. Lo esencial, considera, es que un propietario no se encuentre con una parcela con doble calificación.
“Os redactores de Culleredo analizan os núcleos enteiros, non ata o límite administrativo. Iso é o normal e nós faremos o mesmo, porque o urbanismo non entende de límites”, aclara Castro.
Por este motivo, expone que en un principio no tienen la intención de presentar alegaciones al PGOM de Culleredo, salvo que se constate que los criterios son completamente opuestos.
En definitiva, el objetivo es que aunque un vecino viva en Culleredo y el de enfrente en Arteixo, tengan los mismos derechos y no se generen términos “incompatibles”.
“Coa Coruña é o mesmo”, continúa el concejal. La intención es que núcleos como Borroa, Nostián y el propio Meicende tenga una “normativa urbanística similar”. Expone que “non tería sentido que, si unha nave queda entre dous municipios, nun concello lle pidan unha cuberta plana e noutra levantada”, ejemplifica el responsable de la concejalía.
En este punto, defiende que el deslinde “só é un tema tributario”, y de ahí que A Coruña y Arteixo centren buena parte de las negociaciones en la refinería.
Algo que difiere, en su opinión, de lo que ocurre con el campo de golf, ya que los tributos que se tendrían que repartir rondarían los “12.000 ou 15.000 euros”. Por lo que se trataría más bien de que A Coruña tuviera para sí una instalación de estas características y sin compartir.
En el caso de la urbanización de Breogán, Castro apunta que, si bien es cierto que un par de casas se ubican en territorio arteixán, “ninguén dubida de que son da Coruña”.
Enuncia que cuando se construyeron los chalés, los servicios se los dio A Coruña desde el primer momento y las tributaciones de esas viviendas siempre fueron a parar a María Pita, por una cuestión de pura lógica.
Por último, en el caso de A Laracha, los dos municipios daban por zanjada la frontera en el verano pasado. En este caso, quien cedió fue Arteixo, que le regaló el córner que le pertenecía del campo de fútbol a A Laracha.
