Una sonrisa, la mejor medicina y el secreto de la eterna juventud

Ayer cumplió 101. Es la mayor de los vecinos de la Rúa do Valdoncel y su nombre figura entre los de los hombres y mujeres que superan el siglo de vida y residen en Betanzos. Julia Vía da Torre recibió la visita del alcalde de la ciudad, el socialista José Ramón García Vázquez, y de la concejala María Barral, a cuya delegación compete el área de la Tercera Edad, y ante ellos demostró “una gran lucidez, una memoria prodigiosa y una gran capacidad para la conversación”, explicó García Vázquez.

Cuando llegó a los cien, hace doce meses, no tuvo placa, pero con 101 tiene placa y ramo de flores, así que está encantada, rodeada de nietos y biznietos.

En O Valdoncel vive con su hija y hasta allí llegaron las felicitaciones de sus amigos, familiares y vecinos, y las de todos los betanceiros, las que le transmitieron personalmente el alcalde y la edil de Servicios Sociales que, cuando aún no ha pasado un mes desde su participación en un aniversario-centenario en San Martiño de Tiobre, tienen la oportunidad de repetir experiencia, esta vez en el casco urbano, de la mano de Julia Vía da Torre. “Presenta un aspecto saludable y es una betanceira muy afable”, indicaron fuentes del Ayuntamiento de Betanzos.

Además, está encantada con su placa porque veía en el periódico a sus coetáneas con la suya... y ella también la merecía. Porque ha llegado a los 101. Porque con su sonrisa demuestra que la alegría es la mejor medicina y el secreto de la eterna juventud.

“Gracias, gracias, gracias...”. Entre expresiones de agradecimiento, aprieta las manos de los visitantes, con la fuerza de más de un siglo de experiencia y la ternura de las abuelas como señal de satisfacción.