9º-16º
miércoles | 24 abril | 2024
La primera Romería do Porco Celta ó Espeto fue un éxito rotundo. Tanto es así que, antes de abrir sus puertas ya había colgado el cartel de completo gracias al millar de comensales que decidieron comprar sus tickets con antelación para degustar a la treintena de ejemplares que la asociación de cría dispuso para la ocasión.
La oferta era una auténtica tentación: un menú de 15 euros que incluía ración de empanada de porco celta, cerdo a la brasa y larpeira. Por si resultase poco apetecible, los comerciantes (el Centro Comercial Aberto fue el promotor de la iniciativa) también dispuso de una sesión vermú con la orquesta Trébol.
De este modo, se mezclaron durante la jornada los que esperaban para comer sentados en sus correspondientes mesas. A la vez, un nutrido grupo hacía tiempo y cola para entrar en la carpa viendo cómo los expertos en la materia asaban en las brasas a los ejemplares llevados a Arteixo para la ocasión. El tercer grupo prefirió acercarse a las inmediaciones del escenario para marcarse unos bailes y abrir así apetito.
Carpa > Bajo un techo refugiado de 1.300 metros cuadrados, se colgó el cartel de “no hay entradas”. No obstante, aunque los que no reservaron con antelación no pudieron probar este producto autóctono y que desde hace algo más de una década estaba en peligro de extinción, la jornada de fiesta se abrió para todos los vecinos que así lo deseen, puesto que la entrada para escuchar a la orquesta era libre y la barra de bebidas también estaba disponible para todo el mundo.
Con este gran éxito, el CCA de Arteixo cumplió de sobra sus objetivos. Por un lado dinamizar la vida del municipio gracias a una iniciativa que reunió a más de un millar de vecinos y visitantes.
Se suma, que los comerciantes también quisieron premiar la fidelidad de sus clientes y con anterioridad repartieron “rasca y gana” con los que se optaban a un menú gratis en día de la romería dedicado al porco celta.
El siguiente de los objetivos era dar a conocer este producto recomendado para el más sibarita de los paladares. En 1999, a través de un proyecto de la Xunta, nación Asoporcel, una entidad dedicada a la cría de esta raza porcina cuya primera misión era evitar que se extinguiese el animal.
De su práctica desaparición han conseguido que a día de hoy existan unos cinco mil animales en más de trescientas explotaciones en las que se conserva la autenticidad de este animal y se cría como antaño.
Ese cuidado al aire libre, sumado a las características de la raza, es lo que le da ese toque de sabor de antaño, con un aroma intenso que permite ver una carne de un rojo vivo y una textura tierna de la que ayer dieron buena cuenta el millar de comensales que participaron en la romería arteixana.
