El sospechoso del asesinato de Oza-Cesuras entró en la casa con material para inmovilizar

El sospechoso  del asesinato de  Oza-Cesuras entró en la casa con material para inmovilizar
El escenario del crimen, en Vilar de Costoia, fue examinado cuidadosamente por la Policía Judicial | quintana

Los investigadores de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil siguen tratando de atar los cabos que aún quedan sueltos en el crimen de Oza-Cesuras, donde el viernes murió asesinada, presuntamente de un disparo, una mujer de 33 años, en su casa de Lugar de Vilar de Costoia, en Porzomillos. El sospechoso, un hombre de 51 años y camionero de profesión, continúa ingresado en el hospital tras sufrir un infarto durante su huida, pero los agentes esperan poder interrogarlo esta semana, para que les explique, entre otras cosas, porqué se le encontraron encima elementos para atar e inmovilizar a una persona.

Este y otros indicios hacen dudar a la Guardia Civil de la hipótesis del robo que salió mal, y que por el momento sigue siendo la oficial en la investigación, después de que se descartara la violencia de género.

Uno de estos indicios que siguen los investigadores es el hilo que uniría al sospechoso con la víctima, una auxiliar del hogar de 33 años que deja un hijo de casi tres y un esposo. Resulta que este esposo trabaja en una empresa de transportes y repartos (se encontraba realizado su jornada laboral cuando tuvo lugar el crimen, pasadas las siete de la tarde del viernes) y tenía entre sus subalternos a la mujer del presunto asesino, con la que el esposo de la víctima no mantenía buena relación.

De confirmarse esta hipótesis, el caso pasaría a ser investigado como un posible ajuste de cuentas. El sospechoso tiene varios antecedentes en su haber, suficiente como para ser conocido por las autoridades, aunque tuviera un trabajo en una importante empresa de transportes, distinta de la de su mujer, y no está claro qué pretendía allanando la casa. Esas son algunas de las preguntas que tendrá que responder a los agentes de la Policía Judicial.   

Recogida de pruebas

La Guardia Civil ya interrogó a todos los vecinos y recogió pruebas del escenario del crimen durante el fin de semana. Pero sigue habiendo muchas incógnitas por el momento. La Policía Científica examinó el lugar por donde habría accedido a la vivienda, una ventana situada justo encima del garaje, vestido con una prenda reflectante. Los vecinos suponen que su intención era hacerse pasar por un peatón cualquiera, que en las zonas rurales llevan estas prendas por seguridad.

También recogieron un solo casquillo del patio frente al inmueble. Los vecinos habían oído gritos cuando víctima y asaltante salieron por la puerta. Fue entonces cuando él le habría disparado con una pistola a quemarropa, alcanzándola en la nuca y matándola instantáneamente. Cuando los testigos llegaron, estaba sobre un charco de sangre y tenía una profunda herida en la cuenca de un ojo. Sin embargo, nadie mencionó el ruido de la detonación.

Luego el presunto asesino supuestamente trató de huir saltando el portalón de la finca, hiriéndose de consideración en la ingle con las púas que protegían el acceso. Al caer al otro lado, se torció el tobillo. Para entonces, ya había varios testigos, así que pudieron ver cómo se arrastraba tratando de ocultarse. Cuando llegó la primera  patrulla de la Guardia Civil, lo encontraron detrás de unos arbustos, convulsionando presa de un infarto. “Tuvieron que darle con las palas”, recuerda un testigo presencial. Es posible que el hombre, de 51 años y con sobrepeso, tuviera problemas de salud. Fuentes cercanas añaden que es consumidor habitual de drogas.  

En todo caso, los agentes llegaron a tiempo para salvarlo y fue trasladado al Chuac, donde continúa ingresado.

Esa misma noche, otra patrulla de la Guarida Civil localizó el vehículo del acusado, que fue retirado por una grúa, lo que descartó la posibilidad de que tuviera cómplices, que surgió cuando algunos vecinos observaron un turismo gris abandonando el lugar de los hechos.  

Concentración

Mientras la investigación continúa, la normalidad todavía no ha regresado al municipio de Oza-Cesuras.  A las 11.00 horas de hoy se llevará a cabo una concentración frente a la Casa Consistorial para condenar este trágico suceso.

En el acto tomarán parte tanto los concejales de la corporación como el personal municipal. La concentración estará abierta a la participación de todos los vecinos de la localidad y se realizará atendiendo a la normativa sanitaria.

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