Sorprendidos tres arteixáns cuando robadan gasóleo en coches de O Burgo

La parroquia cullerdense de O Burgo comienza a convertirse en el centro suministrador de gasóleo de la comarca... para los que no están dispuestos a pagarlo.

Si hace escasamente dos semanas, hubo que interrumpir la actuación de un grupo musical porque alguien se había llevado el combustible del generador eléctrico, en la madrugada de ayer tres vecinos de Arteixo fueron sorprendidos cuando intentaban llevarse gasóleo de los depósitos de vehículos estacionados en plena calle.

Las fiestas tuvieron que interrumpirse hace dos semanas por un suceso similar

Según fuentes del Ayuntamiento de Culleredo, agentes de la Policía Local, a las 04.30 horas, identificaron a los tres arteixáns como Abel M.M.; Arturo M.M, y Bernabé R.C. Se les acusa de un presunto delito de robo en dos coches aparcados en la calle de Ribados, en las inmediaciones del conservatorio municipal.

Las mismas fuentes indican que el suceso se produjo durante una patrulla rutinaria. Los policías localizaron en una acera una garrafa de plástico conectada al depósito de una furgoneta. Minutos más tarde identificaban a los tres presuntos responsables.

doscientos litros

El incidente se suma, como ya se indicó con anterioridad, al que se produjo la madrugada del pasado día 26 de julio.

Según indicaba en su momento la comisión de fiestas de O Burgo, alguien robó unos 200 litros de gasóleo del generador que surtía de energía a todas las atracciones, bar y música, por lo que no quedó más remedio que suspender la jornada festiva cuando todavía quedaban casi dos horas de verbena.

Los agentes
vieron una garrafa conectada al depósito de un vehículo

En el momento en que se produjo el robo, poco después de las 02.00 horas, se acababa de reiniciar la actuación de la orquesta. Antes, habían tocado durante dos horas y, ya a mediodía, funcionó el generador con la sesión vermú. De ahí los cálculos de los organizadores, ya que la capacidad era de 500 litros y se habría consumido un poco más de la mitad.

Los mayores perjudicados, aparte de la comisión, que fue la encargada de pagar el combustible, fueron los responsables de las atracciones y del bar, que dejaron de ingresar un dinero que, por el tiempo que quedaba de verbena, iban a gastar allí las más de 2.000 personas que se encontraban en el lugar. Sin embargo, los afectados no presentaron denuncia. n