SUEVOS-Singladura desde el cubo de la basura

Una caja de pescado convertida en improvisado barco de pesca representa la máxima expresión del ciclo del reciclaje. Más altas aún eran las aspiraciones de la veintena de participantes en la XXVI Regata de Embarcaciones Caseras del Club Náutico Langosteira, que en la tarde de ayer se echaron al mar en los prototipos más descabellados. El origen de sus ingenios, los materiales domésticos de desecho; el rumbo, directo al reino de Neptuno... pasando por la orilla.
Allí, en la orilla del puerto de Suevos, quedaron anclados cinco de los intrépidos navegantes, que por mucho que lo intentaron no lograron hacer que sus “veleros” surcaran los mares de Arteixo. Diversa suerte corrieron quienes sí consiguieron hacer navegar sus embarcaciones cuando, pasadas las cinco de la tarde, sonaba bocinazo de salida. Destacable es que de las barcas que, mal que bien, acabaron llegando a meta muchas lo hicieron con su tripulación a bordo.
El premio, en cualquier caso, va más allá de flotar, y así quedaba patente en las caras de los marineros bajitos que por primera vez acompañaban a los habituales en este certamen, oda a la originalidad, la sostenibilidad y la ingeniería casera. Los premios, entre ellos al más “armatroste” o al más feo, son solo la excusa para la zambullida.