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lunes | 13 mayo | 2024
Un nuevo problema en el sistema de saneamiento de Sada ha provocado las quejas de vecinos, hosteleros y visitantes en general durante los últimos días. La pestiencia campaba a sus anchas hata ayer mismo por la villa y solo dos meses después del último vertido.
Al parecer, según el Ayuntamiento, un fallo en una pieza de la depuradora produjo una acumulación de lodos. La versión que da el gobierno local es que el hedor que todavía soportaban ayer los viandantes en la zona del puerto se debió a la necesidad de trasladar los limos hasta la planta de Betanzos.
Para evitar mayores perjuicios, el Ayuntamiento ordenó que los camiones circulasen por la noche. Con ello, dan por solucionado el problema, al tiempo que aseguran que no existe “ningún riesgo medioambiental”.
A mayores, fuentes municipales indican que no será hasta mañana cuando se repare la planta de tratamiento ya que es necesario sustituir una pieza.
Augas de Galicia
No se puede decir lo mismo de los vertidos que se produjeron a principios del mes de mayo y en abril.
En el primero de los casos, la alerta la dieron los técnicos de Augas de Galicia. Realizaban una inspección rutinaria cuando se percataron de tres focos de vertidos contaminantes en la cuenca de la ría de Betanzos.
Dos de estos focos se encontraron en Bergondo y el tercero en Sada. En el municipio sadense, el epicentro contaminante estaba en el río Vao, a su paso por las inmediaciones de la carretera AC-183. Al parecer, procedía de la red de aguas residuales del municipio, al haberse producido daños estructurales en uno de los colectores.
Poco más de cuarenta días antes, la playa de Cirro sufría el colapso de la red de saneamiento. Desde la administración local aseguraban que en las épocas de vacaciones se produce un incremento importante de residente, debido a las segundas residencias por lo que es frecuente que se sature la red.
Sumado a un complejo de tuberías antiguo y con un buen número de deficiencias, el resultado en esta ocasión fue un par de jornadas de vertido de fecales en el citado arenal de la parroquia de Veigue. Así, para minorar los daños medioambientales, los trabajadores municipales estuvieron al menos durante dos días achicando el vertido.
