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jueves | 18 abril | 2024
La parroquia sadense de Meirás vivió ayer un susto de madrugada, aproximadamente un cuarto de hora antes de las 06.00, cuando las emisiones producidas por una estufa doméstica, de leña, provocaron que una familia tuviera que ser desalojada ante el peligro de intoxicación.
La llamada se recibió en el Centro de Emergencias del 112 fue por tanto a la hora señalada, a eso de las 05.45, cuando los miembros de una familia, residente en el número 6 del lugar de O Tumbadoiro, empezaron a respirar monóxido de carbono, lo que precisó la intervención de los servicios sanitarios, en primer lugar, y de la Guardia Civil, que también fue avisada por la sala de coordinación.
Desde allí se avisó asimismo al Servicio de Emergencias Municipal (SEM) y a los Bomberos de Betanzos, que también se desplazaron hasta la parroquia de Meirás para poder restablecer la normalidad en el interior de esta vivienda unifamiliar.
mareos
A pesar de que solo se vio afectada esta casa, las informaciones que llegaron desde allí en un primer momento eran bastante confusas. En cualquier caso, estos cuatro miembros de la unidad familiar abandonaron la casa para que las emergencias pudieran examinar en qué medida esta estaba afectada en lo que se refiere a las emisiones de gases tóxicos.
De hecho, uno de ellos, varón –R.P.M., de 35 años de edad–, aseguró a los servicios sanitarios que se encontraba algo “mareado”, por lo que pudo inhalar cierta cantidad de monóxido de carbono, aunque permaneció consciente en todo momento.
De todos modos, fue llevado a un centro hospitalario para ser examinado un poco más en profundidad y poder descartar otro tipo de daños que hubiera podido sufrir al haber estado expuesto a estas emisiones.
Las que también tuvieron que ser trasladadas fueron las dos niñas de la familia, aunque fuentes próximas a la intervención realizada ayer en Meirás aseguraron que simplemente se había tomado esta decisión por pura precaución, no porque hubieran detectado daños en las menores.
mediciones
Entre los Bomberos de Betanzos y el SEM de Sada se encargaron de asegurar el bienestar en el interior de la vivienda, una vez que la situación de sus propietarios estaba controlada por los efectivos del 061.
Una vez dentro, la actuación se dirigió a ventilar la casa por completo y a realizar las correspondientes mediciones de gas para comprobar que era de nuevo habitable y que los miembros de la familia –la madre no tuvo que ser trasladada– podían volver a hacer vida normal en cuanto lo desearan, ya que el resultado de esos trabajos fue negativo, ya que la vivienda estaba totalmente ventilada.
Hay que recordar que hace más de un año, también en Sada, en Riobao, otra familia tuvo que ser desalojada por inhalación de gas y posteriormente hospitalizadas por haberse intoxicado con estas emisiones. Las mediciones que se realizaron entonces dieron positivo, mostrando niveles anormales de gas en el interior de la vivienda.
