Romanos y castrexos luchan por la hegemonía en Cambre en la segunda romería Galaicoi

Tal y como anunciaron el pasado verano en la firma del pacto de hospitalidad, los romanos han vuelto a Cambre. Dijeron que darían una tregua durante un año, por lo que ayer se presentaron de nuevo para tomar el municipio y exigir a los castrexos tributos, una empresa que durará todo este fin de semana y no será fácil. 
La segunda romería galaico-romana Galaicoi inició ayer sus actividades con la apertura del mercado en la calle Wenceslao Fernández  Flórez y la puesta en marcha de los campamentos romanos y castrexo. El castro Maior, ubicado a pocos metros de la Casa Consistorial, es el cuartel general de los oriundos de Cambre, mientras que el campo de la feria se entrega a los excesos de la población romana.
El alcalde, Óscar García Patiño, paseó ayer junto a otros concejales municipales ataviado como un guerrero castrexo, o lo que es lo mismo, un “galaicoi”. Desde el Ayuntamiento de Cambre esperan la afluencia de miles de visitantes este fin de semana, algo que, explican, repercutirá en la economía del pequeño comercio y la hostelería local.

Programa
Los asistentes pudieron disfrutar de pasacalles, una auténtica venta de esclavos, el desfile de la legión por el mercado, talleres de pan para los niños y un sinfín de juegos tradicionales, mientras que hoy destacan en el programa del evento el desfile de las vestales, la XXXVII Xuntanza Mariñana, la incursión de los romanos en el castro y la actuación de la Orquestra Tombalobos. Un espectáculo de fuego cerrará la jornada.
El objetivo del Ayuntamiento y del concejal de Turismo y Patrimonio, Ramón Boga, es dar a conocer el pasado de Cambre y publicitar las joyas históricas del municipio, como son el yacimiento romano –ubicado en el Museo Arqueológico–, el castro Maior y la iglesia románica.
Precisamente, las asociaciones y colectivos vecinales de Cambre se instalaban ayer en la croa del castro –de unos 8.000 metros cuadrados–, donde se ubican una veintena de cabañas castrexas. Un año más, Roma y Cambre en una cita que ya se ha convertido en ineludible. l