Los premios Prisma recompensan la labor de divulgación científica

Trabajos sobre el lado humano de los investigadores, Einstein, ciencia en lugares extremos como el Amazonas y un proyecto para revivir una especie en extinción, entre otros, forman el listado de ganadores de los XXXII Premios Prisma Casa de las Ciencias a la Divulgación. Todos ellos tienen algo en común: la difusión de la cultura científica. 

La gala de entrega de premios se celebró ayer en el Ayuntamiento con la presencia de la alcaldesa, Inés Rey, el concejal de Cultura, Jesús Celemín, y el director de los Museos Científicos Coruñeses, Marcos Pérez. El que faltó en el acto fue el astrónomo Rafael Bachiller García, ganador del Prisma Especial del Jurado por su reconocida capacidad de divulgar a través de diversos formatos, que no pudo asistir debido al temporal de estos últimos días.

“Ningún resultado científico se puede dar por acabado hasta que no sea comentado”, comenzó su discurso Natalia Ruiz, que recogió el premio Especial en nombre de Bachiller. “Los científicos tenemos el deber de compartir el conocimiento con los ciudadanos”, continuó, haciendo referencia al objetivo de la Open Science, la rama que defiende la accesibilidad al conocimiento, sobre todo en un momento en el que “se necesita la verdad para enfrentarse a asuntos como el cambio climático, el desafío energético o las dudas sobre las vacunas”, concluyó. Por su parte, Inés Rey recordó la figura de Leopoldo García Sobrado, que hasta su jubilación coordinó los premios. Además, destacó la labor del colectivo, que sufre las consecuencias cuando el Estado no cuida su talento “y tiene que importar I+D+i”, dijo. Y es que “muchos de los jóvenes de bata blanca se ven en la obligación de emigrar para aumentar su currículum”, explicó. 

Como solución a esta “rueda social y económica que nos contamina y nos pide inmediatez, lo mejor es buscar el resultado a largo plazo y sentar unas bases para frenar esta fuga”, reconoció. Por eso, Rey insistió en la Ciudad de las TIC como “comienzo de una Coruña que se base por sí sola con talento que salga de las facultades”, expuso. 

En el acto se otorgó el Prisma de Bronce al mejor trabajo en vídeo, para el programa Quèquicom, de la TV3. El mejor nuevo medio fue para el portal gallego GCiencia. El premio al mejor libro editado se lo llevó “Einstein para perplejos”, de José Edelstein y Andrés Gomberoff. Como mejor texto inédito, el jurado eligió “La trastienda de la ciencia”, de Miguel Ángel Sabadell. La pieza de radio distinguida fue para “Ciencia extrema: de la Amazonía a la Antártida”, de Ciencia Cruda; y como proyecto singular, Triformato. El mejor artículo periodístico fue para Sergio Ferrer Pérez.