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miércoles | 24 abril | 2024
Un grupo de viviendas ubicadas en la urbanización del Bosque, en la parroquia oleirense de Dorneda, se inundan debido a que el cauce fluvial que discurre por la zona fue canalizado de manera deficiente por los promotores de las casas, según dijo ayer el alcalde, Ángel García Seoane.
No obstante, el mandatario local también apuntó que la situación se ha visto agravada por las obras de construcción de la Vía Ártabra, que afectó, añadió Seoane, a diversos manantiales.
La solución para este problema que perjudica a varias viviendas, principalmente cuando llueve, pasa, según el regidor, por que el promotor de la urbanización limpie y amplíe la canalización por la que discurre el río.
Sin embargo, Seoane afirma que Augas de Galicia no da permiso a pesar de que el propio constructor de las viviendas está dispuesto a llevar a cabo la reclamación del Ayuntamiento oleirense.
No dan permiso porque dice que el río es suyo. Entonces, ¿dónde estaban (Augas de Galicia) cuando se canalizó?, dijo el alcalde, que se mostró dispuesto a recurrir a los tribunales si el Ejecutivo autonómico continúa siendo inflexible ante la solicitud.
Mesón da Auga > García Seoane también se refirió la pasada jornada, en su habitual intervención de los jueves en la emisora local de radio, a los problemas detectados en algunas viviendas de la urbanización Mesón da Auga, situada en la parroquia de San Pedro de Nós.
El regidor dijo que se pondrá en contacto con el IGVS (Instituto Galego da Vivenda e Solo) para reclamarle que repare las deficiencias detectadas en las viviendas. Según afirma, algunos residentes se quejan de que llueve en el interior de sus casas y que ya se detectan grietas.
No obstante, también advirtió de que aquellos propietarios que hayan realizado trabajos dentro de sus inmuebles sin los preceptivos permisos no tendrán derecho a ningún tipo de reparación o indemnización.
Se han detectado casos de viviendas en las que se han tirado todos los tabiques para hacer una casa completamente distinta apuntó Seoane. Si alguno no le gustaba la casa que compraba, debería haber optado por una vivienda libre y no por una de protección oficial como las de Mesón da Auga.
