OLEIROS-La apertura de Mercadona agrava la crítica situación del pequeño comercio en la zona

“En pocos años, hasta cinco”. Así resume un comerciante de la localidad de Perillo, una de las más pobladas del municipio, la proliferación de grandes superficies, sobre todo del sector de la alimentación, a un lado y a otro de la N-VI.
Para los propietarios de estos negocios, la apertura de Mercadona, el segundo de la cadena en el ayuntamiento oleirense, puede ser “la puntilla” para los establecimientos tradicionales. “No tenemos ayudas para hacerles frente”, apuntan en otra tienda.
Los afectados reconocen que  la transformación del consumo es evidente pero que la presión que deben soportar de los grandes es lo que de verdad los podría acabar hundiendo, más aún  en medio de una crisis como la que atraviesa España.

“Realidad Alarmante”
La mayoría de los empresarios de la zona entienden que llevan demasiado tiempo arrastrando esta situación y que, en algunos casos, “la realidad es alarmante”. La mayoría se han descapitalizado, e incluso endeudado, para mantener a flote sus negocios y sus trabajadores, por lo que la desazón es enorme. Si algo los consuela es la fidelidad del “cliente de toda la vida” que, por extraño que pueda parecer, todavía existe en zonas urbanas como Perillo.
A las denuncias de los comerciantes se suman las de los peatones, que insisten en la necesidad de incrementar las medidas  de seguridad vial por la proliferación de nuevas superficies comerciales, pues a los “males” de la N-VI se unen los cambios en la señalización para acceder a los aparcamientos, el inevitable aumento del tráfico y, sobre todo, los “despistados” de los primeros días, que “pasan por alto”, o simplemente “descuidan” las indicaciones.