Un oficio ancestral en peligro de extinción

Un oficio ancestral en peligro de extinción
Tomás González tiene su taller, Figulus, en la localidad lucense de Corbelle patricia g. fraga

Tomás González no lleva la cuenta de las piezas de artesanía que ha realizado en su vida, pero se cuentan por miles. Su profesión, la de oleiro, no pasa por su mejor momento y se ha convertido en un oficio en peligro de extinción, pero él defiende la singularidad de sus piezas, realizadas con barro del periodo Cuaternario.
Así lo explicaba el artesano ayer en la segunda edición de las Ferias Etnográficas de Arteixo, una actividad para promover los oficios tradicionales dentro del habitual feirón de los sábados. “Este tipo de pezas rituais, como esta xerra, xa practicamente non se fan en ningunha olaría tradicional. Esta é a olaría en vivo máis antiga que existe en Europa”, apuntaba el artista mientras modelaba una jarra como las que se regalaban a las parejas que se casaban en la Antigüedad.

la "grela", estrella
El artesano exhibía junto a él diversas jarras, huchas y tazas de barro, algunas con el singular color oscuro que aporta el humo al cocerlas y brillantes gracias al baño con pez, resina de pino. Pero la pieza estrella era unha “grela”, una suerte de cazuela con chimenea para hacer fuego dentro y asar en su parte exterior diferentes alimentos.
“Comecei a facela hai seis ou sete anos e pídenma moitísimo. Tardo en rematala preto de dous meses, pero nela poden cociñarse desde chuletóns ata verduras ou empanada”, dice el autor.
Tomás González, cuya marca se denomina Figulus, recuerda que este tipo de artesanía proviene del Neolítico castrexo y quiso mostrar a los vecinos de Arteixo su técnica de amasado, en rueda baja y con “cirillotes”. Lo mismo hizo hace unas semanas Félix Pax, carpintero de Alfoz, que llevó su torno de madera del siglo XIX a la plaza del Balneario para estrenar las Ferias Etnográficas.
“Algúns oleiros estanlle quitando a isto a súa rusticidade, a forma primixenia de facer as pezas. Utilizan barros industriais para poder producir máis, pero se se vai facer iso é mellor que non te dediques a isto. A olaría require un proceso”, comenta González, quien pide a las instituciones más apoyo a estos oficios primarios que todavía viven en Galicia.
“Os oleiros, ferreiros, teceláns, cesteiros e demais deberían ser considerados como patrimonio inmaterial de Galicia”, sentencia González, quien volverá a Arteixo el 24 de septiembre.

Un oficio ancestral en peligro de extinción

Te puede interesar