Miles de visitantes vuelven a elegir Betanzos como primer destino de Año Nuevo

Empezar el Año Nuevo en Betanzos es una costumbre para muchos vecinos de As Mariñas. Hasta media mañana, lo que más se vende son zapatillas, y lo que más se sirve, chocolate con churros,  principalmente en el entorno de la plaza de los Irmáns García Naveira, convertida en un escenario de contrastes donde lo mismo suenan los éxitos de la música popular que los números uno de Spotify. Una sucesión de estampas casi surrealista donde se mezclan estilismos “brilli-brilli” y mascotas de un día, adolescentes entregados a su primera Nochevieja y señores a la caza de los descuentos más madrugadores de 2020. Cuando menos, hasta mediodía, en que los niños y los abuelos se imponen a los “alegres” del esmoquin y las zapatillas de colores para acabar inundando el centro de la ciudad de la ilusión de empezar un nuevo año, y esta vez incentivada por el sol, que tampoco quiso perderse la Feira de Ano Novo de Betanzos.

Es lo mismo cada doce meses  desde hace más de dos decenios, cuando los “movidos” ochenta pusieron de moda desplazarse hasta la García Irmáns para completar la celebración con un chocolate caliente, al que con los años acompañaron las zapatillas que cambian por los tacones de diez centímetros con los que estrenaron el día 1 de enero, e incluso alguna “mascota interina” que más de uno compró a los vendedores apostados en Bellavista. En cualquier caso, algo está cambiando en las costumbres de Año Nuevo, y no es a primera hora de la mañana cuando se desborda Betanzos. Los visitantes y los coches se multiplican desde las doce, van abrigados y cómodos, y consumen más aperitivo que compran zapatillas.