La mejora de O Pedrido se completa con nuevas señales explicativas sobre el puente

La mejora de O Pedrido se completa con nuevas señales explicativas sobre el puente
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O Pedrido es, a punto de cumplir 71 años, uno de los emblemas de la Ría de Betanzos. El uso de hormigón armado, toda una novedad en la época, y su gran arco central, el tercero con mayor luz de los proyectados en su tiempo, lo convierten en singular pero este puente es, sobre todo, la vía por la que circulan a diario los vecinos de Pontedeume, Miño, Bergondo o Paderne.
Entre 14.000 y 15.000 vehículos, según los datos facilitados por el titular de la Consellería de Infraestruturas. Hernández, que visitó el municipio hace un par de semanas para comprobar el resultado de unas obras de restauración a las que la Xunta destinó 2,3 millones, garantiza la perdurabilidad de la construcción hasta 2043. Entonces, O Pedrido, alcanzará su primer siglo de vida y, de acuerdo con la cantidad de señales instaladas en ambos extremos dando cuenta de dimensiones y características, millones de personas sabrán, entre otras curiosidades, que mide 518 metros, desde Bergondo hasta Paderne. “Llama la atención que, setenta años después, coloquen un indicativo con lo que mide de largo”, explica uno de esos conductores que, una jornada tras otras, cruza con su coche sobre la Ría de Betanzos.

Inauguración
El puente se inauguró el 15 de abril de 1943, con un acto multitudinario presido por Franco para el que el Ayuntamiento de Betanzos, que inicialmente se había opuesto al proyecto por miedo a que el nuevo puente perjudicase la actividad económica de la ciudad y la navegabilidad de la ría, fletó varias barcas a motor para desplazarse hasta O Pedrido. El comercio cerró sus puertas y quienes asistieron todavía recuerdan la letra de la canción que, con motivo de la inauguración, compuso un grupo de vecinos de la zona en honor a Franco. Los betanceiros interpretaron sus tradicionales danzas gremiales y, representados por su alcalde, Manuel Beccaría Loureda, trasladaron al dictador una reivindicación nunca atendida y, en consecuencia, todavía vigente: “la limpieza y el dragado de la Ría de Betanzos”.
Según los datos publicados en  El Ideal Gallego con fecha de 14 de abril de 1943, la obra costó 3.742.398,22 pesetas.
Antes de la construcción del puente, en A Pasaxe do Pedrido, que es la denominación original del lugar, existían unas barcazas que se encargaban del traslado de los vecinos “de unha a outra banda” de la ría, cuyo embarcadero aún se conserva en la margen derecha, del lado de Paderne. Pero la necesidad de mejorar las comunicaciones entre las ciudades de Ferrol y A Coruña llevó a plantear un puente, cuyo primer proyecto es de 1922. n

La mejora de O Pedrido se completa con nuevas señales explicativas sobre el puente

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