Los mariscadores miran a julio con incertidumbre por no saber si la ría abrirá para las mejores mareas

Los mariscadores miran a julio con incertidumbre por no saber si la ría abrirá para las mejores mareas
La rÍa lleva cerrada al marisqueo desde el pasado mes de mayo pedro puig

La brecha económica para los mariscadores coruñeses continúa aumentando. Con el mes de junio perdido, el colectivo se prepara para afrontar julio con total incertidumbre. La Consellería do Mar todavía no ha levantado el cierre de la ría de O Burgo por la alta concentración de toxinas pero los trabajadores ya habían solicitado trabajar desde el mismo día 1 del próximo mes.
La preocupación es el estado de ánimo habitual de los trabajadores de la marea. Tras la prohibición para bajar a la arena por contaminación de hidrocarburos primero, por altos niveles de toxina lipofílica después, se desconoce cuándo podrán volver a trabajar. La agrupación de a pie recuerda que llevan desde finales de mayo con O Burgo clausurado por unas u otras razones y no tiene claras las expectativas para el mes que está a punto de comenzar.
Los doce días de trabajo que habían demandado a la Xunta para junio se dieron por perdidos de manera definitiva ayer, cuando no obtuvieron de Mar el levantamiento del veto. Así ni tan siquiera mañana podrán aprovechar una de las últimas mareas con las que pretendían faenar.
“Llevamos así desde el 26 de mayo, vamos a hacer un mes”, incidió el presidente del colectivo de a pie, Andrés Pena.
El representante recordó que para el mes que viene pidieron permiso para bajar a buscar molusco “los días 1 y 2 y a partir del 4 toda la semana hasta el mismo sábado”. Sin embargo, no tienen muy claro que se puedan aprovechar las principales mareas que, al igual que viene ocurriendo en este momento, son las de los primeros días del calendario.
El problema está ahora en que las analíticas del agua deben dar un resultado negativo para toxina en dos ocasiones seguidas. La otra posibilidad es que si un informe “da muy bajo, muy bajo, puede abrirse directamente”. Pero de lo contrario, es decir, “si está sobre el límite hay que tomar otra muestra”. Por si acaso y “para compensar” pretenden bajar tres sábados.

mucho dinero perdido
Aunque el sector todavía no ha comenzado a echar cálculos de lo que podrían dejar de ganar de prolongarse el cierre a julio, lo cierto es que en este mes los cincuenta poseedores de los permisos de marisqueo no habrán ingresado como mínimo 35.000 euros. Y eso sin contar a sus compañeros que capturan almeja y berberecho a flote.
La única visión positiva de estas circunstancias es que también se ha frenado el furtivismo pues, si antes acudían a esquilmar el recurso, ahora los ilegales se cuidan más porque podrían incurrir en un delito contra la salud pública. Lo malo es que en lo que va de 2016, los mariscadores solo pudieron aprovechar el mes de marzo al completo.

Los mariscadores miran a julio con incertidumbre por no saber si la ría abrirá para las mejores mareas

Te puede interesar