Los vecinos temen que la autopista pueda sufrir nuevos desprendimientos

Los vecinos temen que la autopista pueda sufrir nuevos desprendimientos
el desprendimiento tuvo lugar el martes y la xunta pide a la concesionaria que revise la pared javier alborés

A Maceira, Loureda o Lañas. Tres puntos que los residentes (y usuarios de la autopista) señalan por la falta de confianza que les generan los taludes de la autopista AG-55 que une A Coruña con Carballo.

Los operarios han creado una barrera  en el arcén para prevenir derrumbes

Casi como una crónica anunciada, dos vecinos coinciden en que en el punto en el que el martes tuvo lugar el desprendimiento de rocas (kilómetro 6,3), que las piedras “quedaron sueltas”. Uno de Loureda y otro de A Maceira indican que, cuando se construyó la autopista “non revisaron os noiros”.

Si la Xunta consideraba como hipótesis más probable que la causa habían sido las intensas lluvias, el residente en A Maceira añade, dentro de las lucubraciones, que no hace mucho estuvieron “limpando a maleza” de la zona, por lo que “pode que quedaran soltas as pedras porque terían menos terra e coa erosión, terminaron por caer”.

Sin embargo, cerca de A Maceira, en O Quinto Pino, el presidente de la asociación vecinal, Inocencio Pérez, asegura que no ha notado nada relacionado con falta de seguridad en el talud. Mientras en A Maceira destacan también las explosiones por la cantera y las obras cercanas del acceso por carretera a punta Langosteira, en O Quinto Pinto subrayan que “las voladuras son mucho más suaves que antes, que retumbaban los edificios y hasta se movían las lámparas, solo hubo una fuerte en primavera”, afirma.

La Xunta explica que  los técnicos solo revisarán el tramo afectado por la última caída de rocas

“Hacia la zona de Larín, cayó algún pedrusco”, asegura un vecino de Loureda que pone el acento en el tramo que discurre por el puente de Martulo. “Allí el muro es casi vertical, en su día tendrían que haber expropiado más” para que la pared pudiera tener más grado de inclinación.

Las pequeñas piedras a las que hace referencia este vecino, también son mencionadas por otra vecina de Lañas. En este caso, afirma que en más de una ocasión se le cayó “arenilla del muro”, un acontecimiento que asegura que no le da “demasiada seguridad” a la hora de circular por este tramo.

 

Limpieza

Desde la Xunta explican que los trabajos efectuados hasta la fecha han consistido en la creación de una barrera física en el arcén de hormigón. Además, también se ha colocado una bionda con la piedra caída para evitar que “algún otro desprendimiento pueda afectar al tráfico”, explican desde San Caetano. Por la noche, solo se cortó el arcén y en la mañana de ayer se volvía a prohibir la circulación por el carril lento.

Durante la mañana de ayer, la maquinaria comenzó a operar en la parte superior para proceder a sanear la cabecera del talud afectado por el derrumbe.

A todo esto, también indican que han solicitado a la empresa concesionaria que realice “a la mayor brevedad posible un estudio exhaustivo de los taludes”. No obstante, en este último punto, desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas indican que el examen solo se llevará a cabo en la pared afectada por la caída de las rocas y no en el resto de la autovía. n

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