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jueves | 25 abril | 2024
A medida que van pasando los días, el contenido del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) gusta menos a las fuerzas ajenas al gobierno local. Si en el pasado pleno, del 21 de diciembre, el grupo municipal del BNG ya hizo un repaso de lo que le había parecido el documento –y lo poco que convencía a sus miembros– tras apenas dos días de estudio, dos semanas después ya les ha dado tiempo a desgranar varios aspectos, el mismo trabajo que está realizando estos días el equipo de Anova.
Ambas formaciones coinciden en que este plan tiene mucho de anteriores etapas en el Ayuntamiento en lo que se refiere al urbanismo. Es decir, “confianza no ladrillo” en beneficio “exclusivo de determinados propietarios”.
El BNG, liderado por el exalcalde Abel López Soto, lleva ya varios días recorriendo las diferentes parroquias con el fin de acercar a los vecinos el contenido del PGOM y, concretamente, en qué afectará a cada zona.
La visita del miércoles a Veigue sirvió, entre otras cosas, para lamentar que se encuentra “moi por debaixo” de la media de la capacidad residencial del resto del término municipal. “Unha desigualdade manifiesta”, se quejan los nacionalistas, antes de añadir que, en el documento, se habla de crear una nueva centralidad formada por Carnoedo y la propia Veigue.
“Pouca centralidade se poderá crear cando son dúas das parroquias onde precisamente se produce menor crecemento”, recordaron.
tarabelo
Por su parte, Anova se centró en el polígono do Tarabelo, donde las actuaciones previstas en el PGOM las califica de “disparate y cacicada interesada”, concretamente a la propuesta para delimitar un área de reparto.
Una zona, criticaron, que se haría en terrenos que “na súa maioría estaban clasificados como solo urbano industrial (el propio polígono) e en parte como solo de núcleo rural (donde se encuentra una zona de viviendas unifamiliares y el restaurante A Xeitosiña)”.
En opinión de Anova, lo que propone el documento es “desclasificar” el actual polígono, pasándolo de suelo urbano consolidado a no consolidado. La consecuencia de esta actuación, señalan, es que los propietarios “deberán tramitar un Plan Especial (PERI), reparcelar, urbanizar e ceder ao Concello o 10% do aproveitamento urbanístico”.
Es decir, lo que ahora es suelo urbano o de núcleo rural, objeto de licencia directa –sin cargas urbanísticas–, “nunha decisión inxustificable, clasifícase como solo urbano non consolidado, con cargas”, alertan.
Anova critica duramente esta propuesta por tener como fin “consumar un pelotazo impresentable” que consistiría, señalan, en incluir en el polígono una superficie de terreno “que está afectado polo Plan de Ordenación do Litoral (POL)” y que dará “dereito” a los propietarios a participar “no aproveitamento urbanístico dos 8.036 metros cadrados que se lle atribúen ao conxunto da área”.
