La adjudicación del bar del local social de una parroquia de Malpica genera polémica

  La subasta abierta por la asociación de vecinos de Leiloio para adjudicar el servicio de café bar emplazado en su local social inaugurado hace unos meses, ha generado las quejas de una de las dos personas que se presentaron al concurso.

Adrián Fariña es el vecino de la localidad cuya propuesta fue rechazada por la directiva de la entidad vecinal, en lo que para el afectado fue una decisión completamente arbitraria. Por su parte, la junta directiva defiende la legalidad del proceso y asegura que su proceder fue respaldado incluso por un gabinete jurídico consultado al efecto. Según la versión esgrimida por el licitador rechazado, la propuesta económica ofertada por su competidora (y que ambos tuvieron que entregar en sobre cerrado) superaba a la suya en 10 euros más al mes (ofertaba pagar un alquiler de 210 euros, por los 200 que ofreció él), pero, por contra, él ofrecía mejoras a mayores como pagar la luz de todo el local y comprar mobiliario como mesas y sillas para el bar.

Adrián Fariña añade que tras la apertura de los sobres los directivos entendieron que había un empate entre los dos licitadores, por lo que decidieron deshacer el mismo con una votación en la que se adjudicó el servicio a la otra licitadora. En su opinión, en la decisión se cometieron varias irregularidades, empezando porque la otra licitadora no estuvo presente en la apertura de sobres ni autorizó por escrito a su padre para representarla en el acto, pese a lo cual éste se comprometió de forma verbal a pagar el consumo de la luz al ver que esta mejora figuraba, por escrito, en la propuesta competidora. Por estos motivos el joven presentaría formalmente un recurso hace cosa de dos semanas al que aún no se le contestó.

 Desmentido> Dirigentes del colectivo vecinal consultados defendieron la legalidad del proceso y explicaron que tras ver que las propuestas eran bastante parejas, apostaron por resolver la subasta mediante una votación en la que se ausentarían los padres de los dos licitadores por formar también parte de la junta directiva. Al final 7 de los asistentes votarían por la propuesta ganadora y solo 3 por la otra. Las mismas fuentes apuntaron que la mejora de la dotación de mobiliario se descartó porque al término de la concesión el interesado podría llevarse ese mobiliario al ser suyo y habría que comprar otro. Por último, aseguraron que para ellos todos los vecinos son iguales y que, como hacen siempre, esta vez se guiaron por la opinión de la mayoría.