Un grupo de feligreses de Guísamo pide ayuda para reparar la iglesia

Un grupo de feligreses de Guísamo pide ayuda para reparar la iglesia
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Los temporales de viento y lluvia que en los últimos días se han ensañando con los municipios de la comarca están dejando una cantidad de destrozos, cuya lista podría hacer perder la razón a los responsables de las compañías de seguros.
Pero si los daños de estas últimás tempestades son cuantiosos (las estimaciones más optimistas cifran en un millón de euros lo que costará llevar a cabo las reparaciones a lo largo y ancho del área metropolitana), también hay desperfectos que no han sido incorporados a la lista. Y reivindican su lugar; si no ellos, sí los usuarios afectados.
Así, en el municipio de Bergondo, un grupo de feligreses, a través de un folleto colgado en diversos establecimientos públicos, solicita ayuda económica para reparar la iglesia de Santa María, que ha sufrido también los envites de un temporal.
La cubierta de una de las naves laterales ha quedado dañada después de ser fuertemente castigada por la meteorología.
Los vecinos se han visto obligados a colocar una lona plástica sobre el tejado para evitar que el agua continúe filtrándose en el interior del recinto religioso y dañando el resto de enseres. Casi todos muy delicados porque al igual que las imágenes sagradas son principalmente de madera.
La iglesia de Santa María no se caracteriza por su singularidad, ya que responde a la tradicional tipología rural del siglo XVIII y su valor arquitectónico es prácticamente testimonial.
Sin embargo, y los feligreses son conscientes de ello, sus raíces se hunden en plena época medieval, dado que cuenta con elementos románicos. n

Un grupo de feligreses de Guísamo pide ayuda para reparar la iglesia

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