El Globo de San Roque aterrizó en Oza-Cesuras tras volar más de once kilómetros en una hora

El Globo de San Roque aterrizó en Oza-Cesuras tras volar más  de once kilómetros en una hora
betanzos - el globo

El Globo de San Roque aterrizó, tras recorrer más de once kilómetros, en San Xiao de Mandaio. Una brigada de extinción siguió al aerostato que, al parecer, quedó atrapado en la copa de unos árboles, en una zona boscosa de difícil acceso, en la que permanecía al cierre de esta edición, aunque en el suelo, pues el equipo de forestales decidió bajarlo para evitar cualquier posibilidad de incendio en esta parroquia del recién nacido Oza-Cesuras.
El descenso, en solitario, sin aplausos, se produjo apenas una hora y media después de su despegue, ante 50.000 personas, desde la plaza de García Irmáns.
La noticia del hallazgo corrió como la pólvora entre los brigantinos, que no descansan hasta que saben “dónde cayó el globo” y que, ansias fuera, podrán entregarse sin preocupaciones al peregrinar de Os Caneiros.

A Buenos Aires
“Usted seguramente recuerda que en cierta ocasión el aerostato llegó hasta Tui, y esto debe ser lo más lejos de que se tiene noticia en donde cayera”, recoge el libro “El Globo de Betanzos”. Las anécdotas, como la leyenda, rondan el ingenio de Claudino Pita Pandelo, pero de lo que no cabe duda, pues existen documentos que pueden probarlo, es que en 1978 también aterrizó en Cesuras, en aquella ocasión en Santa Eulalia de Probaos y que al localizarse intacto se devolvió a la comisión de fiestas, que decidió enviarlo a los emigrantes, al Centro Betanzos de Buenos Aires.
Una vez en Argentina, el dictador Videla prohibió su entrada al país, a disgusto con uno de los chistes de los cuarterones que hacía referencia a su gobierno, quedando “secuestrado” en  el Aeropuerto de Ezeiza.

Lazos negros
El Globo de San Roque de 2013 llevaba dos lazos negros: uno, que ocupaba la totalidad de uno de los cuarterones, como homenaje a las víctimas del accidente ferroviario de Angrois, y el otro, sobre el reservado para los Sucesores de Claudino Pita, en memoria de Antonio Balado Pita, bisnieto del creador, fallecido a principios del presente 2013.
Los betanceiros se mostraron especialmente orgullosos de estos gestos, convencidos de que el mensaje que lleva su Globo es el que ellos transmiten al mundo y, como señaló el alcalde durante su ofrenda a San Roque, la ciudad, como toda la comunidad gallega, vivió consternada la tragedia ferroviaria del 24 de julio en Santiago de Compostela. n

El Globo de San Roque aterrizó en Oza-Cesuras tras volar más de once kilómetros en una hora

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