La Expulsión dos Leprosos despide la Feira Franca de Betanzos

Éxito de visitantes en la Feira Franca Medieval de Betanzos. La Expulsión dos Leprosos al Lazareto de A Magdalena es uno de los actos principales de la cita que, convertida en una de las celebraciones históricas más importantes de Galicia, destaca sobre otras por la implicación de sus ciudadanos, “divididos” en esta ocasión entre partidarios o detractores de la orden municipal de no incluir “nin carro nin bois” en la escena, en la que se reviven acontecimientos propios del siglo XV. 

La altanería y entereza con la que avanzan por A Porta da Vila invita a imaginar una celebración pero no un “exilio” de cientos de enfermos camino del Mendo.  Los vecinos engalanan sus casas, acicalan sus calles y adornan sus vestimentas, salpicadas de colores, preparados para despedir la XXII Feira Franca Medieval.  

Los visitantes, sorprendidos y entusiasmados con la imagen de los voluntarios, asisten con expectación al primer espectáculo  de la “expulsión extramuros”  de  los “malditos” sin bueyes, que el Gobierno de Betanzos decidió no incluir, por seguridad, tanto de los que asisten a la escena como de los que la interpretan, que corren detrás de los leprosos desde la plaza de García Irmáns hasta el atrio de Santa María do Azougue.

Los niños, sorprendidos por las súplicas de “piedade”, disfrutan de las actividades dispuestas para ellos en O Campo, a solo unos metros de la arena sobre la que cabalgarán los hombres de Fernán Pérez. Porque por la tarde es el Torneo Medieval el que pone el broche a la cita, una colisión  entre dos siglos y dos sociedades; el presente  entregado a los excesos del pasado de la mano de caballeros como Fernán Pérez de  Andrade, el único al que llamaron “Bo”, “soldadeiras” como María Balteira o reyes como Enrique IV, quien concedió a Betanzos el título de ciudad en 1465.