“El empresario, a veces, se encierra en su parcela y no ve más allá. Es necesario reinventarse”

El Grupo Jevaso, que ofrece servicios textiles a empresas –patronaje, fabricación, importación, plancha, logística y devoluciones, entre otras– comenzó su actividad en 1983 en Sabón y ahora cuenta con una plantilla de 1.500 personas repartidas en sus cuatro centros (Arteixo, Barcelona, Zaragoza y Braga). Su gerente, Jesús Vázquez Sobrino, participó ayer en la jornada de cierre del encuentro sobre diseño e industria textil que organizó la UIMP en Arteixo.

Su ponencia no solo versaba sobre diseño, sino también sobre adaptarse a los tiempos.
A veces la gente está tan liada en el día a día que no tiene tiempo para aprender cosas. El empresario, en ocasiones, se encierra en su parcela y no ve más allá. Hay que visitar sitios y aprender.

¿Qué ha cambiado en las empresas de hoy en día?
Todo. Antes montabas tu empresa y echabas 50 años, tus hijos podían coger el relevo de empresas que había fundado su abuelo. Hoy no existe eso, ahora una empresa que dure diez años es todo un éxito. Mi actividad principal cuando empecé era la fabricación, pero hubo que ir adaptándose y actualmente la fabricación no supone ni el 2% de la facturación anual de la compañía. Mi actividad principal se ha convertido en residual, algo inaudito en las empresas de antes.

Fabrica y realiza tareas para marcas de todo el mundo.
Sí, y por pequeño que sea el encargo, no lo desprecio. Ahí está el error: un empresario, por bien que le vaya, no puede quedarse parado y hacer siempre lo mismo. Ahí están ejemplos como Nokia o Blackberry, que nadie pensó que pudiesen caer.

¿Qué dificultades le ha supuesto tener su sede alejada de las grandes ciudades?
Hace años no le veía ningún problema, pero cuanto más viajo, más problemas le veo. He perdido muchos clientes por estar en A Coruña, por eso abrimos en Barcelona en 2009, en plena crisis. Pero a nivel logístico, nuestra posición no afecta a nuestras entregas ni provoca retrasos.

¿Qué retos debe afrontar la industria textil gallega?
No se puede pensar en local. De lo local vive un restaurante, pero no una empresa textil. El mundo online nos conecta con todo.

La clave: constante reinvención.
Exacto, y no estar en un pedestal. Cuanto mejor te va, más duro es el golpe cuando caes. n