El empresario de Cambre niega ante la jueza tener deudas con sus captores

Abel Diéguez Neira, el empresario cambrés secuestrado el pasado 18 de enero en una pista forestal de Aranga y liberado por la Guardia Civil tras pasar cinco días retenido “en condiciones infrahumanas” en el cobertizo de una vivienda en Lalín, declaró ayer ante la titular del Juzgado número 1 de Betanzos.
En su comparecencia ante la jueza, que se prolongó durante más de dos horas, el maderero aseguró que temió por su vida, al tiempo que negó tener deuda alguna con sus captores, según explicó a la salida de la sede judicial su abogado, el penalista coruñés José Ramón Sierra.
El letrado señaló que su cliente, que llegó acompañado de su esposa, se encuentra “francamente mal” y pasará “algún tiempo fuera de la ciudad para recuperarse” de lo ocurrido.

Nuevas Diligencias
Sierra adelantó que pedirá “penas máximas” para los ocho detenidos, por delitos de secuestro, tenencia ilícita de armas, lesiones y contra la integridad moral, al tiempo que avanzó que solicitará nuevas diligencias y ampliar la investigación al entorno de los supuestos secuestradores, en prisión desde el día 26. En la declaración de Abel Diéguez estuvieron presentes los abogados que ejercen la defensa de los ocho detenidos, así como el fiscal y el propio letrado del empresario, quien incidió en que la víctima negó ante la instructora tener deudas con los secuestradores y matizó que estas podrían ser “de otra persona, de su hermano o de la empresa de su hermano, de quien fuese...”.
“No afirmamos que la deuda exista ni que sea del hermano, pero sí afirmamos que él no tiene ninguna deuda con estas personas, y que los secuestradores en algún momento determinado lo saben”, apuntó Sierra.
El penalista se opone “radicalmente” a cualquier medida distinta de la prisión, y señala que intentará que la instrucción se lleve a cabo “lo más rápido posible” para poder llevar a juicio a los implicados, para los que pedirá penas elevadas. El empresario cambrés fue capturado el pasado 18 de enero en una pista forestal del municipio betanceiro de Aranga, donde se había citado con uno de los detenidos con el pretexto de cerrar un negocio de compraventa de madera.
Una vez allí, lo encañonaron y golpearon hasta lograr introducirlo en el maletero de un coche, en el que fue trasladado hasta una granja de Lalín, donde permaneció cinco días.

Rescate
En ese tiempo, sus captores se pusieron en contacto con la familia, para reclamarle el pago de 70.000 euros como rescate a pagar en un plazo de cinco días, que expiraba el día en que los agentes de la Guardia Civil lograron liberarlo en la aldea de Xar.
La operación se cerraba con las detenciones de siete sospechosos en la jornada del día 24 y una última un día más tarde, y después de que dos de los sospechosos llegaran embestir a la patrulla policial que les perseguía para tratar de huir. Todos permanecen en la prisión provincial de Teixeiro. n