El proyecto sostenible Pakea Bizkaia atraca en el puerto de Sada a la espera de buen tiempo

Sada como resguardo. Y entre amigos, mucho mejor. A la embarcación Pakea Bizkaia no le quedó más remedio que atracar en el puerto deportivo de esta localidad debido al mal tiempo que se esperaba en el Cantábrico, de camino a su casa, en el municipio vizcaíno de Getxo.
Pero, efectivamente, no hay mal que por bien no venga. Este descanso forzado por las malas condiciones meteorológicas ha permitido que la tripulación del Pakea Bizkaia se reencuentre con uno de los colaboradores de su proyecto, Náutica Cadenote, una de las empresas que opera en la dársena sadense y con cuyos responsables mantienen una magnífica relación que refrendaron ayer con una comida en las propias instalaciones de la dársena.
Así, podrán revisar el velero antes de partir definitivamente hasta casa, una vez que la previsión en el Golfo de Vizcaya sea óptima. “La situación ha cambiado drásticamente en los últimos tres días, ya que una profunda borrasca ha decidido ser protagonista de nuestra llegada”, afirmó ayer el patrón de la embarcación vasca, Unai Basurko, al pisar tierra firme en Sada.
De hecho, hoy mismo pensaban llegar a Getxo, pero las complicaciones, sobre todo de viento, han provocado su inesperada visita. “Los vientos anunciados son lo suficientemente fuertes, además van acompañados con una mar corta y chubascos violentos”, lo que haría de la última parte de su trayecto “algo poco agradable”, insistió Basurko.

El velero navega por todo el mundo con energías renovables e iniciativas educativas

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El llamado Proyecto Pakea (paz, en euskera) tiene como objetivo principal “dar a conocer el nexo existente entre la navegación y el respeto al medio ambiente”, ya que sus responsables entienden que “al navegar a vela surge una relación directa” con el entorno.
Así, después de cada una de las expediciones que realizan alrededor de todo el mundo, la tripulación cuenta sus experiencias a través de actividades educativas a los escolares.
Dichas expediciones se hacen de manera sostenible, empleando energías renovables a bordo –eólica para desplazarse y placas solares para obtener energía–, y gestionando los residuos: los reducen, reutilizan y los reciclan.