El globo ya vela armas en el Alfonsetti para la “noche mágica” de San Roque

La cuenta atrás ha comenzado y, en solo unas horas, los betanceiros volverán a encontrarse, un año después, con sus tradiciones más arraigadas, con San Roque y con Santa María. El Globo de Betanzos “descansa” en el Cine Alfonsetti y, en el río, los más rezagados apuran la botadura de sus embarcaciones para navegar hasta el campo de Os Caneiros.

Las celebraciones patronales más austeras de los últimos años arrancan esta tarde

La llegada del aerostato de papel a O Campo, en un camión municipal, rompe la imagen de extravagancia que persigue al Globo de San Roque. Envuelto en papel, sobre una plataforma de madera, la “máquina” de Pita Pandelo, aterriza en el Atrio de Santo Domingo arropado por quienes, desde hace más de un mes, trabajan en su confección, a las órdenes de Emilio Pita. También él lo acompaña hasta el Alfonsetti. Su estancia en el patio de butacas del antiguo teatro se prolongará hasta la tarde del 16 cuando, una vez finalizada al Función del Voto a San Roque, sus creadores lo trasladen al pie del patrón, de la misma manera que procedió, en 1975, Don Claudino. Con el “gigante”, aunque separados, también están la barquilla, y la “boca” de madera con su cestilla metálica, donde se introducirá la mecha que, poco a poco, lo irá engordando hasta que, para delirio de los betanceiros, vuele por encima de la torre del templo de San Domingo.

La construcción del Globo de San Roque sigue en proceso “muy laborioso”, explica Pita. El papel se corta en pequeños pliegos y, en una superficie lisa, se traza la forma del patrón, sobre el que se irán uniendo los pedazos hasta completar la figura, que corresponde a uno de los dieciséis cuarterones que componen el Globo de San Roque.

En una segunda fase, se incorporan los “fonos”, unas piezas que se encolan en las partes inferior y superior, la “boca” y “periquito”, y un trozo de lienzo y.. listo para el paso más complicado: “Unimos los cuarterones mediante una pegadura al borde, con tiras de papel empapadas en engrudo, pero con soltura y rapidez”, concluyen los Pita. n