El culto a don Carnal une a generaciones y espanta prejuicios con la excusa de la diversión

El culto a don Carnal une a generaciones y espanta prejuicios con  la excusa de la diversión
un grupo trabaja en a baiuca para confeccionar disfraces para todas las edades javier alborés

La cuenta atrás para el Martes de Carnaval ya ha comenzado. El tiempo apremia y todavía queda mucho por hacer. A Baiuca es un ir y venir de telas, cartones y el sonido de las máquinas de coser es la banda sonora del centro de mayores, solo interrumpido por la música latina. Es el momento de ensayar la coreografía elegida para lucir sus disfraces a golpe de cadera y al ritmo de una de las voces más grandes y reconocidas del mundo de la salsa.

“Es que este año empezamos muy tarde y los carnavales son muy pronto”, explica una de las setenta personas que participarán en la comparsa arteixana sin levantar la vista de la tela. En la mesa de al lado, cuatro vecinas se encargan de cortar las telas. “Tenemos cortadoras profesionales, que llevan toda la vida dedicadas a la costura”.

Los centros de A Baiuca y Pastoriza trabajan contrarreloj para el martes de carnaval

Y las que llevan casi desde su infancia entre hilvanes y retales echan una mano a los que han adquirido estas habilidades en el taller de Carnaval. “Aquí lo importante es participar y cada uno hace lo que puede”, apunta otra colaboradora que reconoce que lo más difícil “son los sombreros, pero te pones y se hace”.

Los modelos son variopintos. Las telas a rayas. Poco más se puede decir de los trajes porque, como buena comparsa que son, guardan el secreto para que la sorpresa sea total. Y no es fácil cuando el misterio lo tienen que mantener setenta personas.

Los participantes se dividen en dos centros sociales: la veteranía corre a cargo de A Baiuca, en donde los mayores llevan años participando “en todo”, como afirma un vecino. Ya sea la cabalgata de Reyes, el Carnaval o la Feria Histórica.

La alegría y “buen rollo” hace que alguno incluso lleve a sus nietos. El abanico de edad no se queda ahí, porque esta comparsa está abierta a todo el mundo. Aquí entra el centro social de Pastoriza, el segundo epicentro de la magia de Carnaval.

 

entre culturas

El gran secreto del éxito de esta comparsa es que todo el mundo es bien recibido. Como explican Gema Campello y Beatriz Parcelo, técnicas de Servicios Sociales, este taller tiene el don o la virtud de ser un punto de encuentro entre generaciones, así como de culturas y etnias distintas.

“Al principio costó, pero ahora sí atrae a más colectivos”, indica Capello, responsable del taller en Pastoriza. Por lo que, poco a poco, y con el trabajo de los técnicos de Servicios Sociales, la “troula” se ha convertido en el mejor hilo conductor de la integración en Arteixo.

El día “D”, los de Pastoriza y los de A Baiuca se reunirán en la capital del municipio. Una vez reunidos todos, comenzarán a desfilas por las calles de Arteixo. “No hará falta desembarcar, vamos a por la conquista directamente”, bromea uno de los participantes, al tiempo que encola uno de los artilugios de los que harán gala el gran día.

Un monitor ayuda a los dos grupos a preparar el atrezzo. También tienen un poco de orientación profesional en costura para arrancar los motores.

En Pastoriza también se realizan las mismas actividades, porque todo el que quiera lucirse por la fiesta pagana tiene que colaborar. Pero en el caso de este centro social la mayoría trabajan, se van buscando “huecos” para que puedan ir “haciendo cosas”. Pero, si, con todo, a uno le es imposible participar en estos talleres, hay solución para todo y los deberes se los tendrá que llevar para casa.

Otros años, los mayores iban a los carnavales cercanos como A Laracha, Cambre o Culleredo. “Siempre regresábamos con algún premio”, apunta una de las integrantes en la comparsa. Por eso, expone otra, “no participamos en el concurso de Arteixo, porque arrasaríamos”, apunta jocosa.

Un año incluso llegaron a participar en el certamen de chirigotas de A Coruña. En la ciudad no ganaron, pero se hicieron notar a base de jarana.

De este modo, la agenda de disfraces se ha reducido un poco en comparación con ediciones pasadas. El próximo 12 de febrero recorrerán la calle peatonal hasta llegar al campo de la fiesta de Arteixo. Allí, se subirán al escenario y harán alarde de salero.

El miércoles tocará despedir al Meco. “Nosotras vamos de viudas, plañideras o muy alegres y somos las que más lloramos y las más llamativas”, concluyen.

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