Dos detenidos y otros 23 imputados por estafar a aseguradoras en Bergantiños

Dos detenidos y otros 23 imputados es el balance de la denominada “Operación Xallas” con la que el Grupo de Investigación de Accidentes de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil de Tráfico de A Coruña ha desarticulado en la Costa da Morte una trama organizada de personas que se dedicaban a la estafa de compañías aseguradoras de vehículos, fingiendo accidentes.
Los 25 imputados, con distinto grado de implicación y todos ellos de la comarca del Xallas, han sido puestos a disposición del juzgado de instrucción número 2 de Corcubión, donde ayer prestaron declaración los dos arrestados, a los que se considera los cabecillas de la trama. Se trata de M.C.C.T., de 34 años y considerado el principal responsable, y S.C.A., de 29 años, ambos vecinos de Olveira (Dumbría) aunque residen en la zona de Santa Comba. Ambos fueron arrestados el miércoles y tras pasar la noche en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Carballo fueron trasladados al juzgado corcubionés donde tras casi siete horas de declaración se decretó su ingreso en la cárcel de Teixeiro. El juez impuso una fianza de 18.000 euros para M.C.C.T. y de 10.000 euros para S.C.A. Además del delito de estafa, se les imputa otro de falsedad procesal por presentar demanda en un juzgado reclamando una indemnización falsa. Se da la circunstancia de que M.C.C.T. cumplió una pena de ocho años de prisión por su participación en el asesinato, junto a otros dos implicados, de un taxista de Cee.
La investigación se ha llevado a cabo durante el último año y se espera culminar el operativo en los próximos días con una tercera detención. Se trata de la mayor operación en Galicia contra las estafas a aseguradoras, con 41 accidentes falsos y  300.000 euros estafados a catorce compañías, entre las que figuran las principales aseguradoras del mercado. La mitad del dinero timado corresponde a indemnizaciones por lesiones simuladas y el resto por daños materiales y gastos médicos por las mismas.

Modus operandi
Según fuentes de la investigación, los presuntos estafadores empleaban varios procedimientos. Cuando se producía un accidente real o bien cambiaban el vehículo implicado por otro con más daños o se los causaban intencionadamente para que fuese considerado siniestro total. En el caso de salidas de vía de algunos de los integrantes de la trama, en el que las compañías aseguradoras no estarían obligadas a pagar indemnizaciones, se presentaban partes falsos en los que se introducía un segundo vehículo como causante del siniestro.
El método más empleado eran los siniestros simulados entre dos vehículos, la mayor parte de ellos consistentes en embestidas en cruces en forma de “T” en los que el causante apenas presentaba daños, mientras que el otro vehículo acababa saliéndose de la vía y resultaba siniestro total. En este caso las aseguradoras abonaban las correspondientes indemnizaciones por las lesiones de los ocupantes, que eran evacuados a centros médicos dada la ausencia de heridas visibles, ya que simulaban padecer dolores cuya falsedad es difícilmente detectable por los médicos. Asimismo, los integrantes de la trama han simulado ser víctimas de robos de efectos en sus coches e incluso del propio vehículo, que luego incendiaban en las proximidades de Carballo.
Además, en el transcurso de la investigación se han descubierto cinco casos de falsificación de documentación de vehículos, que empleaban para la tramitación de las transferencias en las bajas en los archivos de la Dirección General de Tráfico, así como un delito de intrusismo profesional al falsificar documentos de una gestoría de Madrid, cuatro simulaciones de delito y un delito de daños en instalaciones de un ayuntamiento.

carreteras secundarias
La mayor parte de los accidentes simulados se produjeron por la noche y en carreteras secundarias de los entornos de Santa Comba y Dumbría, aunque algunos también tuvieron lugar en Bergantiños, concretamente en la zona de Carballo y en la carretera Buño-Agualada. Se trata de vías muy poco transitadas y donde la vigilancia es menor, siempre en los alrededores de los domicilios de los implicados. Siete de los siniestros tuvieron lugar en el mismo cruce, entre las viviendas de los cabecillas, separadas trescientos metros entre sí.
Fuentes de la investigación apuntan a que la trama inició su actividad a finales de 2010, la perfeccionó durante 2011 y un año más tarde llevó a cabo la mayor parte de su actividad, que finalizó a principios del pasado ejercicio 2013 coincidiendo con la intensificación de las investigaciones y las primeras declaraciones de testigos.