Culleredo - Los empleados de Fricosa cobran parte del salario, pero mantienen su encierro

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 fran moar > culleredo
  Los veinte empleados de la empresa Fricosa, que desde ayer se han encerrado en las instalaciones de la parroquia cullerdense de Almeiras, han cobrado parte del salario que les adeuda el matadero pero han decidido no abandonar el inmueble hasta que se les abone la totalidad de lo que reclaman; es decir, el salario correspondiente al mes de diciembre y las pagas extraordinarias del pasado año.
Argimiro González, que actúa como portavoz de los trabajadores y es miembro de la Federación Agroalimentaria de CCOO, admitió que los responsables de Fricosa dieron orden de que se les abonasen las pagas extraordinarias correspondientes al mes de julio. Sin embargo, también indicó que continuarán encerrados hasta que reciban todo el dinero.
“Non ten moito sentido que a empresa continúe acumulando deudas cando se encontra en suspensión de pagos”, dijo el portavoz sindical.
La veintena de trabajadores decidieron ayer encerrarse en las instalaciones del matadero de Almeiras, después de que Fricosa, que se encontraba en proceso concursal, recibiese en diciembre pasado el auto de extinción total de los contratos de trabajo.
“Mentres que os trámites correspondentes a parte do Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) seguen o seu curso, a parte citada correspondente a empresa permanece sen ser aboada, a pesar dos intentos de cobro a empresa está facendo únicamente maniobras de dilación, é por isto que os traballadores adoptaron esta postura”, dijo González.
Esta decisión de los trabajadores de mantener su encierro es el último capítulo de una larga lista de desencuentros entre empresa y empleados que se inició en noviembre de 2010 cuando Fricosa anunció su intención de cerrar las líneas de negocio deficitarias.
Según fuentes de la firma cárnica, la realidad del sector la obligaba a una reestructuración de la actividad que le permitiese poner en marcha un modelo viable.

Pérdidas económicas > La empresa añadía que su balance económico registraba pérdidas desde 2007 y que las restricciones en los créditos bancarios derivados de la crisis dificultaban la obtención de financiación ajena a largo plazo “necesaria para el desarrollo de las líneas de actividad actuales de la empresa.
Fricosa, con la puesta en marcha del mencionado plan de reestructuración, pretendía incrementar su competitividad en 2011.
Un hecho que a la vista de las circunstancias, y del paso del tiempo se ha podido constatar que no se ha cumplido. Más bien al contrario, ya que la práctica totalidad del centenar de empleos que tenía la empresa a finales de 2010 se han perdido.
Una pérdida que se produjo a pesar de que los empleados de Fricosa convocaron todo tipo de movilizaciones y contaron con el respaldo de la totalidad de la corporación cullerdense y de las entidades sociales.

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