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El cuarto memorial José Ramallo, Pequecho, reunió ayer a decenas de motoristas que se concentraron en el centro social de O Noso Lar.
Una vez que llegaron todos los participantes y de que un buen número de curiosos contemplase los diferentes vehículos de dos ruedas que tomaron parte del homenaje, los motoristas iniciaron una subida hasta Ledoño que dio paso a la comida de confraternización programada.
Por la tarde, llegó uno de los momentos más especiales de esta iniciativa: el convoy de motos recorrió varios puntos del municipio como villa Melania, el puente románico de O Burgo, Sésamo, Vinseira, Castelo, Petón do Xalo, Aldea Xalo, Torre de Celas y regresaron a O Noso Lar.
En este lugar, el espectáculo llegó de la mano de una exhibición de trial. El grupo de Cantareiros Maghúa fue el encargado de poner el punto y final a este memorial en el que no faltó una exposición de motos clásicas y de vehículos utilizados por Pequecho, un cullerdense que fue un gran impulsor del motociclismo en Galicia y que llegó a partir en el circuito de Jarama en 1972.