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viernes | 19 abril | 2024
fran moar > culleredo
Seis rocas de grandes dimensiones, y se supone de enorme peso, impiden desde hace días el acceso al recinto de la capilla de San Cosme, en la parroquia cullerdense de Ledoño, al menos en coche.
La iniciativa, que consiste en la colocación de los citados sillares pétreos atravesando el único camino que conduce al recinto, forma parte de un conjunto de medidas que ha decidido adoptar el equipo de gobierno, que preside Julio Sacristán, para tratar de impedir la celebración de fiestas ilegales, denominadas raves, durante los fines de semana.
No obstante, y a pesar del evidente carácter coercitivo de la medida, el pasado fin de semana alguien tuvo la suficiente fuerza, o maña, para desplazar una de las moles, con lo que dejó el camino expedito para el paso de los turismos. Un particular que paseaba por la zona, conocedor de las intenciones del equipo de gobierno, alertó a la Policía Local de Culleredo. Avisados los agentes se desplazaron hasta la zona para dejar las cosas como se encontraban al principio.
Ayuda al Gobierno > Cabe recordar que la semana pasada el alcalde cullerdense solicitó ayuda al Gobierno, a través de su delegación en Galicia, para evitar la celebración de las llamadas raves, que se organizan según el Ayuntamiento desde hace varios años en el entorno de la ermita de San Cosme y también en el antiguo Polvorín de A Zapateira.
Estas raves se celebran las noches de los viernes y de los sábados y a ellas acuden principalmente personas jóvenes.
Estas concentraciones se organizan, según ha podido saber el gobierno local cullerdense, mediante convocatorias por internet y teléfono móvil, al tiempo que se sospecha que las fiestas están promovidas por personas estrechamente vinculadas con el tráfico de estupefacientes.
Las celebraciones, que suelen durar hasta altas horas de la madrugada, congregan a un gran número de personas y vehículos, poniendo en riesgo la seguridad de los que asisten y de los propios vecinos. Además, se suelen utilizar equipos de música de gran potencia que generan molestias a los residentes en las inmediaciones.
Por ello, el Ayuntamiento de Culleredo solicitó a la Delegación del Gobierno su colaboración para erradicar estas celebraciones, al tiempo que ha dado orden a la Policía Local que impida mientras tanto su organización. Una labor que ya ha iniciado impidiendo el acceso al recinto.
