Crece el malestar vecinal por el índice de siniestralidad de la Nacional-VI

Crece el malestar vecinal por el índice de siniestralidad  de la Nacional-VI
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Crece la preocupación por la siniestralidad en la N-VI. El Ayuntamiento de Bergondo reunió esta semana la junta local de seguridad para debatir, entre otros asuntos, el interés vecinal por resolver los problemas de seguridad en determinados tramos, en Guísamo y en Cortiñán.
La convocatoria, presidida por la alcaldesa, Alejandra Pérez Máquez, contó con la participación de mandos de la Guardia Civil, las Policías Autonómica y Local de Bergondo, además de representantes de la Dirección General de Tráfico y de la Delegación del Gobierno. La junta local es un órgano que tiene como objetivo abordar los principales asuntos de seguridad ciudadana y vial para el municipio, con las aportaciones de los principales administraciones y fuerzas de seguridad que trabajan en Bergondo. Así, el gobierno local aprovechó para poner sobre la mesa un tema que considera prioritarios para la localidad: la Nacional VI, principal vía de comunicación en el término que recibe a diario a miles de vehículos y atraviesa las parroquias de Espíritu Santo, Guísamo y Cortiñán.
En primer lugar, el equipo de gobierno pidió medidas para garantizar la seguridad de los vecinos del núcleo de Guísamo.
Para Pérez Máquez, el principal problema de seguridad en esta parroquia, uno de los núcleos de población más importantes del ayuntamiento, procede,  tal y como comenta los residentes, “de la circulación de vehículos a velocidades excesivas, en ocasiones muy por encima de la limitación establecida”, indicó la regidora de Bergondo.
En este sentido, la mandataria considera “fundamental” establecer las medidas necesarias para asegurar que los límites se respetan y reducir e,. riesgos de accidentes, desde la zona de Bos hasta el límite con la parroquia de Santa María de Cortiñán.
En segundo lugar, al hilo de las últimas reivindicaciones vecinales, el gobierno local planteó trasladar a Madrid la necesidad de mejorar el pintado de la N-VI a su paso por Cortiñán. “Tras las diferentes medidas tomadas en este sentido en 2013, hubo varios aspectos que no convencieron a los vecinos y quedaron pendientes de cambiar”, matizan desde el grupo de Pérez. Además, parte del pintado ya se ha ido deteriorando, por lo que urge actuar en este área de la N-VI. n

Crece el malestar vecinal por el índice de siniestralidad de la Nacional-VI

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