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sábado | 20 abril | 2024
Más antigua que la Bayer y casi tanto como los Merck, la farmacia del Doctor Couceiro mantiene intactos su vocación de servicio público y entrega incondicional a Betanzos. Incluso su ubicación es la misma que en el XVIII: el número 8 de Os Prateiros, en el Camiño Inglés a Santiago.
La actual titular, María Sánchez Martínez; su madre Pilar, y sus tías María José y Elvira Martínez Couceiro representan a nueve generaciones de farmacéuticos que durante trescientos años no solo custodiaron fórmulas químicas, sino también incontables valores de los que pueden dar buena cuenta otras tantas generaciones de vecinos de cualquier municipio de la comarca de As Mariñas. A las cuatro les ha “tocado” recibir la Medalla de Plata de Betanzos. Pero en ellas están también sus antepasados, desde los que empezaron en 1719.
De ese año es la primera noticia sobre el establecimiento de Os Prateiros. El manuscrito, que se conserva en el Archivo Municipal de Betanzos, se incorpora al expediente de un pleito entre los boticarios Alonso de la Varga Salcedo y Alonso Bermúdez de Castro. Este, muerto en 1750, sería el “padre” de nueve generaciones de farmacéuticos que han hecho de la tradición y el respeto su modo de vida y que, con celosa dedicación y sensata reconversión, han transformado el negocio en un extraordinario testimonio arquitectónico donde conocer la evolución de la profesión y de la propia Betanzos.
En un acto presidido por la alcaldesa, María Barral Varela, al que asiste la corporación municipal y numerosos representantes del entramado asociativo de la ciudad, las Martínez Couceiro reciben una distinción que se une a la Medalla de Plata de Galicia, concedida en 2001 por el Gobierno de Manuel Fraga. “É, sen ningunha dúbida, unha das familias que levan anos enriquecendo o noso municipio polo seu traballo, polo seu tesón, pola súa sabedoría, por levar o nome de Betanzos máis aló das nosas fronteiras, por ser un referente e símbolo dunha actividade, dunha especialidade tan importante para a vida dos seres humanos como a farmacéutica”, intervino Barral. “Hoxe –continuó– coincidindo co seu 300 aniversario, recibe unha das distincións máis importantes que pode outorgar o Concello de Betanzos: a súa Medalla de Prata”.
La alcaldesa repasó, uno a uno, los últimos responsables de la botica, desde Cosme Antolín Serrano Crespo, cuyo retrato preside el despacho-museo de la farmacia y quien en 1831 la abre al mercado internacional con la creación de la Fábrica de Cremor, hasta Jesús Couceiro Núñez, tío y tío abuelo de las generaciones actuales, a quien la ciudad entera recuerda con el extraordinario cariño que merece su extraordinaria generosidad.
