reportaje de L.T.
Una patata de 1,7 kilos hace una buena tortilla de Betanzos. Pero ésta es sólo una idea, porque el destino del tubérculo recogido en San Pedro de Filgueira de Barranca lo decidirán Antonio Gómez y Herminia Sánchez. El matrimonio, propietario del Bar A Revolta de Os Fiaños, supo desde el principio que aquelo non era normal y, menos aún, cuando las atenciones prestadas a la plantación fueron las mismas que el año pasado, ni más ni menos: estiércol de caballerías, quince sacos de cal y un abono especial para patatas repartidos a lo largo y ancho de toda la finca, de unos cinco ferrados, en el lugar de A Costa, a menos de cien meros de la casa familiar de Os Fiaños.
El singular ejemplar de patata corresponde a la variedad baraka que, según explican Antonio y Herminia, no destaca por una producción voluminosa en cuanto a su tamaño, y mucho menos de un peso tan elevado: 1,692 kilos.
Los clientes del local lo tienen claro: Isto é unha cousa nunca vista. Los dueños matizan: E a ver que sae de aí... Porque eu penso que aínda van aparecer máis coma esta..., explica Antonio.
Estadísticas > La cosecha promete, en calidad y en cantidad. La de 1,7 es la más grande, pero es que ya han recogido varias de un kilo, e incluso algunos gramos. En años anteriores, las mayores no superaron los 900.
En cualquier caso, los afortunados agricultores, aunque satisfechos por el resultado, tratan de restar importancia al caso: Aquí, ao lado da casa, temos unhas fabas que tamén son enormes, dicen. É que a terra é moi boa, precisan, como justificándose.
La patata gigante ya se ha convertido en un atractivo turístico para este rincón de la comarca de Betanzos admirado por sus paisajes rurales. Y el Bar A Revolta está a punto de convertirse en un lugar de peregrinación para los aficionados a contemplar este tipo de fenómenos de la naturaleza.