Casi medio millar de personas marcha por la “dignidade dos veciños e do pobo de Miño”

Casi medio millar de personas marcha por la “dignidade dos veciños e do pobo de Miño”
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Miño se echó ayer a la calle para protestar contra la investidura del independiente Sánchez Oroza como primer edil de la localidad y para denunciar la “traición” del PP que, con sus seis concejales, “deixou orfos aos seus votantes” y aupó al número uno de la candidatura de CxG –la lista que apoyó solo un 6% del electorado– a la Alcaldía.
Casi medio millar de personas marcharon entre O Rabazal y A Carreira bajo el lema “Pola Dignidade. Miño non se Vende”. El único representante electo de Compromiso por Galicia, con apenas 234 votos, logró el bastón de mando con el apoyo de los seis populares, que dieron la presidencia de la corporación a Sánchez para evitar la entrada del PSOE que, con 1.555 sufragios y seis actas, ganó por primera vez unas elecciones en Miño.
La manifestación, pacífica pero ruidosa, con evidente indignación pero con mucho sentido del humor, discurrió sin sobresaltos entre la caravana de turismos que, a esa hora de la mañana, circulaban hacia los arenales  del municipio, los más concurridos de la comarca y que, en algún caso, lejos de enfadarse por la espera, se unió a la protesta con sus cláxones, asumiendo como propios los motivos de los vecinos de Miño. “Están en su derecho porque lo que hicieron, además de ser una vergüenza, no tiene ni pies ni cabeza”, comentó a este periódico una veterana conductora que se dirigía a la playa desde Betanzos.
La marcha continuó hasta las puertas del consistorio, en A Carreira. Allí intervinieron el candidato del PSOE, Manuel Vázquez Faraldo, y un portavoz del BNG que, “aínda que non obtivemos representación, estamos aquí apoiándovos porque tamén somos parte do pobo de Miño”.
Pitos, cacerolas, megáfonos y hasta un “espantajabalíes”... Todo para hacer ruido y acompañar las consignas: “Alcalde, entende, o pobo non se vende”; “alcalde, anonadado, e Miño cabreado”; “política sí, mafia non”... y hasta el lema de una cadena de electrodomésticos...
Faraldo, puño en alto, recordó que el pueblo se manifestó el 24-M y lo ocurrido el pasado sábado fue, además de indigno, una “traizón a Miño”. El líder de los socialistas locales apeló a la “responsabilidade e dignidade” de los ediles conservadores para rectificar su error del 13-J. Pero no sólo a ellos, sino a las direcciones provincial, autonómica y nacional del PP: “Que algo terá que dicir”, proclamó Faraldo.
El mensaje más rotundo, al ahora alcalde, que los manifestantes tildaron de “mercenario político”, al que exigieron “conciencia, dignidade e dimisión” y recordaron que “Miño non se vai cansar, non olvida ni vai a calar”. La próxima cita, el sábado 27. n

Casi medio millar de personas marcha por la “dignidade dos veciños e do pobo de Miño”

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