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miércoles | 17 abril | 2024
Después de cinco años facilitando el paso seguro a los peatones, la pasarela de la rotonda de Sabón parece que desaparecerá. Aunque en un principio la intención municipal era intentar que tras la reforma de la glorieta, el paso elevado quedase en la misma zona, aunque fuera un poco más atrás, esta opción se ha descartado. No obstante, lo que sí asegura el alcalde, Carlos Calvelo, es que, si una vez que terminen las obras de los dos niveles, los viandantes tienen problemas para cruzar, el Ayuntamiento construirá una nueva pasarela.
Respecto a este último punto, el mandatario destaca que el proyecto autonómico “garantiza” la seguridad de los vecinos que quieran atravesar la calzada. Por ello, entiende que la sustitución de un paso por otro no se descarta, pero tampoco es la opción prioritaria para el gobierno que dirige Calvelo.
Dada la corta vida de la pasarela que en 2007 inauguró el exalcalde Manuel Pose, la principal alternativa es reciclar el paso elevado y llevarse a otro lugar, siempre y cuando sea posible desde un punto de vista técnico.
A este paso ya le ha salido al menos una “novia”. La asociación de vecinos San Tirso de Oseiro cuenta entre sus proyectos con la recuperación de la antigua carretera a la playa de Sabón. Para ello, no les importaría que el Ayuntamiento trasladase el puente para peatones de Sabón al embalse de O Seixedo.
Una vez conocido el proyecto, después de que el gobierno local solicitase a la Xunta que trasladara la pasarela, llegaron las primeras críticas. En este sentido, desde el BNG afirmaban que era “un derroche de fondos públicos que unha infraestrutura feita hai cinco anos agora non se poida manter e haxa que tirar ao lixo preto de 800.000 euros”.
Después de varios meses, la pasarela de O Seixedo y su futuro incierto vuelven a estar de actualidad, después de que el pasado martes, el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, rubricase con el presidente de la Diputación, Diego Calvo, un convenio por el que la entidad provincial abonará 750.000 euros para la ejecución de las obras.
Dos niveles > La actuación autonómica consistirá en crear una rotonda superior de 28 metros de diámetro y que asumirá el 30% del tráfico que transcurre por la circunvalación actual. A mayores, se desdoblará la AC-551 y se crearán accesos directos.
Toda esta actuación, que pretende ser una solución para los más de 50.000 vehículos diarios que atraviesan la glorieta a diario, tendrá un presupuesto de unos diez millones de euros.
Las obras se licitarán antes de que acabe el año, según los plazos ofrecidos por el propio conselleiro, para tenerla operativa “no primeiro semestre do 2014”.
Los dos niveles de la infraestructura pretenden así ser una solución a un tráfico que se incrementará de manera considerable con la puesta en marcha del polígono de Morás y el Puerto Exterior de Langosteira.
Por ello, se contemplan otras actuaciones como el actual acceso a la dársena que discurre por Borroa y que el Ayuntamiento espera que Fomento le permita conectar con la carretera de Meicende.
El gobierno local espera que el municipio también cuente con algunas circunvalaciones que permitan aliviar el tráfico de las vías actuales. Entre estas nuevas carreteras se encuentra la de Subico, que atraviesa la parroquia de Arteixo por la zona de Candame y que sería un sustitutivo de la proyectada –y rechazada de plano por los vecinos– circunvalación de Loureda.
