Bienvenida de contrastes en Betanzos

Bienvenida de contrastes en Betanzos

La Feria de Año Nuevo de Betanzos combina sandalias de vértigo y zapatillas de paño, vestidos de paillettes y abrigos de piel, los grandes éxitos de la música popular y los números uno de Spotify. La ciudad betanceira vuelve a ser la escogida por cientos de jóvenes para pasar las primeras horas de 2017 y la plaza de García Irmáns se convierte por unas horas en un escenario de surrealismo en el que se mezclan estilismos de etiqueta y mascotas de un día, quinceañeros entregados a su primera vez y veteranos recelosos de sus paseos por O Campo. Este “mercado-discoteca” es un clásico para los mariñáns y una prueba de solidez para los veinteañeros, un test de resistencia que sólo superan unos pocos: aquellos a los que todavía les queda aguante para una última copa en Os Soportais.
La escena se repite cada doce meses desde hace decenios, pero los hosteleros reconocen que las costumbres han empezado a cambiar, que sus mejores clientes llegan después del mediodía, sin esmoquin y con más billetes, padres y abuelos dispuestos a disfrutar de la descendencia desde el primer día de 2017. En cuanto a los vendedores, el número de puestos ha caído y las ventas han descendido, y muchos han optado por desplazarse sin mercancías, solo para pasear y recibir el nuevo año con una ración de pulpo y otra de callos entre Bellavista y el entorno de la plaza de García Irmáns. Eso sí, después de combatir los 3º registrados este domingo en Betanzos con un chocolate con churros bien calentito, con zapatillas y batamanta en el caso de la juventud.

Bienvenida de contrastes en Betanzos

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