Betanzos-Lo que esconde A Magdalena

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  Reportaje de lucía tenreiro

Fue lazareto y es ejemplo de arquitectura popular e industrial de Betanzos. A Magdalena celebró ayer el Lunes de Pascua, la primera de las fiestas populares que se celebran anualmente en la capital brigantina, envuelto en la más interesante y más implacable de las historias. Es uno de los barrios singulares de la Ciudad de los Caballeros y, al mismo tiempo, uno de los menos conocidos. En él, extramuros de la localidad, tuvieron lugar acontemientos clave para As Mariñas y para España. Leprosería en el siglo XIV, fue la ubicación elegida por Marcelino Etcheverría para expandir su negocio de curtidos en 1837 y, casi un siglo después, en 1936, se convirtió en campo de concentración de presos republicanos. Vicente Ferrer o el abuelo del exlehendakari Ibarretxe son algunos de los nombres que figuran en la larga lista de prisioneros, en su mayoría de origen catalán.  
En A Magdalena, el Lunes de Pascua se comen cacahuetes, higos y pasas, y se bebe “viño do país”, pero, sobre todo, se hace memoria de otras épocas de las que solo se conservan la esencia, las costumbres y una capilla con las imágenes de San Lázaro y María Magdalena en la que, tal día como el de ayer, se oficia misa.

San Lázaro > A Magdalena, en proceso de expansión, surge de la mano del Hospital de San Lázaro: un barrio entero dedicado a los enfermos de lepra, con su capilla y casetas propias, un cementerio y hasta lagares para torcer la uva.
“Es verdad –escribe Manuel Ares Faraldo en uno de sus estudios sobre “Santa María Madalena e San Lázaro Extramuros”, que es su denominación inicial– que el lugar reúne las condiciones elementales de higiene y política sanitaria: aislado (para evitar el contagio), agua corriente (para asearse, lavar la ropa y los enseres, y terrenos para trabajar en común e incluso subsistir”.
Los betanceiros “reviven” cada mes de julio, coincidiendo con la Feira Franca Medieval, la “Expulsión de los Leprosos”, una recreación con la que pretende llamar la atención sobre esta parte de la ciudad que, por otro lado, forma parte del denominado Conjunto Histórico-Artístico de Betanzos.
La Fábrica de Curtidos A Magdalena, fundada por los Etcheverría, fue una de las más importantes de Galicia. Las instalaciones son, todavía hoy, ejemplo destacado de arquitectura industrial de la provincia y su chimenea de ladrillo, casi lo único en pie de todo el complejo, sobresale entre la maleza invitando a la curiosidad.  

Investigaciones > El cierre de la tenería, antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, condenaron al barrio a una nueva leyenda. Transformado en campo de concentración de presos republicanos, el recinto pasa por ser objeto de investigación para quienes analizan casos paranormales. Los vecinos aseguran, con mucho miedo todavía y toda la cautela, que las paredes de la antigua fábrica esconden una fosa común no reconocida a nivel oficial.
Uno de los presos que pasó por A Magdalena fue Vicente Ferrer. “La vida en el campo era puramente vegetativa”, relató él mismo. El excalde betanceiro Vicente de la Fuente García fue quien sacó a la luz este pasaje de la vida del ex jesuita en en el Anuario Brigantino  2004. En su artículo, De la Fuente recoge una cita de Ferrer en la hace referencia, de modo casi gráfico, al sargento del ojo de cristal que, por desgracia, también pervive en la memoria de algunos vecinos: “El sargento del ojo de cristal me tiene harto. Es un veterano, lo que se dice un sargento chusquero, medio tocado por la bala que le atravesó el ojo. Con el otro, siempre mira de reojo; es desconfiado como él solo. Cuando descubre la menor infracción del reglamento, se frota las manos de satisfacción y hasta se le eriza el bigotito de legionario”, publicó el candidato al Nobel de la Paz y Premio Príncipe de Asturias.
La prisión apenas funcionó unos meses. Unos setenta años después, en A Magdalena sueñan con un museo, con un lugar donde historias como la de Vicente Ferrer puedan transmitirse de padres de hijos, de abuelos a nietos, y evitar que se repitan.


 

Betanzos-Lo que esconde A Magdalena

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