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jueves | 25 abril | 2024
El Ayuntamiento de Betanzos, a través de la Concejalía de Urbanismo, inició las obras de derribo controlado de una casa de A Ribeira ante el riesgo de desplome que presenta.
Según fuentes municipales, los propietarios del inmueble, que ocupa los números 52 y 54 de la mencionada calle, no atendieron los requerimientos hechos por el equipo de gobierno, que preside Ramón García Vázquez, y agotaron todos los plazos, por lo que ayer por la mañana comenzaron los trabajos.
La vivienda tenía expediente abierto desde hace más de un año y por parte del Ayuntamiento se había requerido a los propietarios en varias ocasiones para que ejecutasen los trabajos necesarios para evitar la situación de riesgo que suponía el inmueble.
A pesar de ello, añaden las mismas fuentes, la vivienda no fue objeto de ninguna actuación, lo que obligó al departamento de Urbanismo a emitir un último requerimiento, a mediados del pasado mes de febrero, en el que se advertía que cumplidos los plazos, se abordarían las obras de forma subsidiaria y luego se pasarían los gastos a los dueños.
Entre los trabajos requeridos se encuentran la retirada de diversos elementos y el vaciado del interior de la vivienda. Los trabajos se prolongarán por espacio de unos días y podrían afectar puntualmente al tráfico.
El responsable de Urbanismo, Antonio Vázquez Lorenzo, explicó que las lluvias de las últimas semanas provocaron un incremento del deterioro del inmueble por lo que se hizo necesario actuar.
precedente
No es esta la primera vez que el Ayuntamiento tiene que ejecutar unos trabajos de derribo de forma subsidiaria.
Un precedente se encuentra a finales del pasado mes de diciembre cuando se vio obligado a intervenir en el número 16 de la calle de Saavedra Meneses, después de que los propietarios no contestasen a las sucesivas resoluciones municipales.
Cabe recordar que la jornada del 18 de diciembre bomberos, miembros de Protección Civil y personal municipal de Betanzos tuvieron que emplearse a fondo para evitar que el inmueble abandonado provocase daños en los inmuebles colindantes, que tuvieron que ser desalojados por seguridad.
La alarma saltó poco después de las nueve de la noche, cuando los equipos de emergencia fueron alertados de la caída de un tejado. La techumbre cayó en el interior del inmueble e hizo que de desprendiesen elementos de la fachada que amenazaban con caer a la vía.
Al día siguiente el Ayuntamiento reclamó a los propietarios que adoptasen todas las medidas necesarias para evitar riesgos para la población.
Sin embargo, las exigencias municipales no fueron atendidas en ningún momento por los propietarios, a pesar de que hubo varios encuentros entre las partes. Ante esta situación el equipo de gobierno decidió actuar de oficio.
