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jueves | 25 abril | 2024
“Un buen pastor y un excelente gestor”, señala Darío Amor Edreira. Las palabras del director de Cáritas Interparroquial confirman el respeto de la ciudad a Manuel Rodríguez Rodríguez.
El párroco dejará Betanzos para asumir la gerencia de San Luis Gonzaga, en A Coruña. Once años después de su llegada al municipio para hacerse cargo de Santa María do Azougue, Santiago y San Martiño de Tiobre. “Once años de su vida de sacerdote con nosotros, lleno de ilusiones y proyectos, con el afán de servir a estas comunidades”, señala Darío Amor.
Once años después de aquel mensaje con el que se ganó el cariño de los betanceiros: “Vengo para ponerme a vuestro servicio y compartir con vosotros las alegrías y las penas”, proclamó don Manuel aquel 16 de febrero de 2002 en que, arropado por más de medio millar de fieles desplazados desde Carballo, donde había ejercido durante treinta años, se presentó a su nueva comunidad en Santo Domingo.
El último Boletín Oficial del Arzobispado de Santiago hace público el nombramiento de Manuel Rodríguez Rodríguez (Santa María da Xaviña, 1945) como titular de la parroquia de San Luis Gonzaga. Si el arzobispo Barrio no lo remedia antes, como confía el sacerdote, la localidad queda sin párroco, aunque en este momento dos curas jubilados colaboran con don Manuel en la atención de los seis templos del casco urbano y la parroquia de San Martiño Tiobre.
En este sentido, el Arzobispado de Santiago aseguró a El Ideal Gallego que la labor pastoral nunca se abandona y que no va a ser diferente en Betanzos.
Pero Manuel se siente “mayor para liderar un proyecto comarcal como el de esta ciudad”, y por eso solicitó el cambio, “cansado” por su dedicación a la recuperación patrimonial y la cantidad de obras ejecutadas” en los templos, desde Santa María do Azougue a Santiago, pasando por Os Remedios y A Angustia.
Entre los vecinos, la marcha de Manuel Rodríguez ha sido una sorpresa, más aún cuando hace poco más de una década que lo recibieron en su comunidad tras la salida de otros tres sacerdotes, impresionados por el cariño con que lo despidieron en San Juan Bautista de Carballo. “Tráteno ben, que é moi bo, un santo...”, recuerda una de las feligresas que le comentó una de las carballesas desplazadas aquel sábado hasta Betanzos. “Sería egoísta por mi parte quedarme aquí, estas parroquias necesitan savia nueva”, declaró Rodríguez.
“Felicitamos a sus nuevos parroquianos por la suerte que han tenido al hacerles llegar el Señor a este humilde y excelso pastor”. Así lo despide Betanzos, tras contraer con él “una importante deuda”, concluye Darío Amor.
