Arteixo-Un incendio en una tienda de congelados obliga a desalojar un edificio por la noche

El Ideal Gallego-2011-04-20-016-6e95a083

m. rodríguez > arteixo

  Los vecinos del número 16 de la calle de la Ría de Ferrol tuvieron que abandonar sus viviendas de madrugada a consecuencia de un incendio que se originó, presumiblemente, en el cuadro de contadores de una tienda de congelados del bajo del inmueble. Así, los inquilinos de los doce pisos del edificio bajaron con lo puesto a la calle durante dos horas.
Aunque no hubo que lamentar daños personales, los vecinos recordaban ayer por la mañana el sobresalto con el que se despertaron alrededor de la una y media de la madrugada, cuando un peatón que andaba por la calle timbró a todos los pisos para avisarles de que había un incendio. “Menos mal que nos despertó, porque a esas horas todos estábamos durmiendo”, señala una vecina.
Poco a poco, los residentes comenzaron a llamar, a su vez, a todas las puertas mientras que evacuaban el edificio. “Cuando llegaron los bomberos nos preguntaron si quedaba alguien en el edificio. Todavía quedaba una mujer que había llegado de trabajar tarde y no se había enterado de nada”.
Dicho esto, un bombero se encargó de subir hasta el cuarto para rescatar a la vecina que seguía durmiendo ajena al incendio. Como explican los bomberos, el problema era que el humo que partía del cuadro de contadores invadía el portal y las escaleras. “En las viviendas no entró el humo”, señala una de las afectadas.
Los servicios de emergencias también tuvieron que avisar a Gas Galicia para que revisase los conductos del gas, aunque no se produjo ninguna fuga.
Dos horas después, alrededor de las tres de la mañana, los bomberos regresaron al parque, una vez que permitieron a los vecinos regresar a sus casas, después de ventilar todo el edificio para que el humo no afectase a los inquilinos del inmueble.

Daños > La peor parte se la llevó la tienda de ultracongelados Hiperxel. Como afirmaron los encargados, las llamas solo afectaron a la parte trasera de la tienda y “poca mercancía” se echó a perder.
“Cuando llegamos, con la verja cerrada, parecía que estaría todo carbonizado, pero casi no hay daños”, apunta uno de los dueños que aclara que pudieron restituir parte de la corriente eléctrica a los congeladores para preservar los productos.
Durante la jornada de ayer, los trabajadores y dueños del establecimiento se dedicaron a limpiar los restos del humo que afectaron al almacén y a la tienda. A lo largo de toda la mañana, un buen número de residentes de las inmediaciones se acercaron hasta los ultramarinos para ver los daños que había sufrido. Muchos señalaban que habían escuchado las sirenas de madrugada sin saber a dónde se dirigían.


 

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