Arteixo saca a licitación el servicio de telefonía municipal para tratar de ahorrar 40.000 euros al año

El Ayuntamiento de Arteixo pretende ahorrar 40.000 euros al año y para ello, saca a licitación el servicio de telefonía municipal por un período de dos años.
Según fuentes municipales, el consistorio asume actualmente el gasto de 8.500 euros al mes en sus recibos de teléfono, repartidos en 4.700 por las líneas fijas e internet y unos 3.800 por las líneas móviles. Las mismas fuentes añaden, que el equipo de gobierno, que preside Carlos Calvelo, está finalizando la redacción del pliego del mencionado concurso, que será abierto y al que podrán acceder todas aquellas empresas de telefonía que lo deseen.
Lo que sí adelantó ya el ejecutivo arteixán es que el contrato se suscribirá por dos años, prorrogables a un tercero.
El objetivo del Ayuntamiento es que en un primer momento el ahorro sirva para mejorar la tecnología de los aparatos de telefonía e informáticos que se manejan en las instalaciones municipales.
“La sustitución de material defectuoso o con un consumo excesivo servirá a su vez para disminuir el consumo”, aseguran desde el equipo de gobierno, donde se muestran convencidos de que los futuros equipos se adecuarán a las nuevas normativas de ahorro de energía.
El consistorio indica que con esta iniciativa sigue las recomendaciones del Inega (Instituto Enerxético de Galicia) ya que el plan recomendado por el organismo contempla la realización de un programa de diagnóstico de optimización energética para los edificios de la administración pública.
“Es necesario que todos los gastos fijos que tiene el Ayuntamiento tiendan a reducirse a través de la mejora de los contratos con las diferentes compañías suministradoras”, explicó el regidor arteixán.

energía
La iniciativa municipal se enmarca dentro de un programa más amplio del que también forma parte un plan de ahorro energético que se lleva a cabo en colaboración con A Laracha.
El pasado mes de abril Calvelo anunció que se había presentado un proyecto conjunto al Inega que consistía, en el caso de Arteixo, en sustituir puntos de luz que se hubiesen quedado obsoletos por otros más actuales y eficientes, que permitiesen un ahorro en el consumo de energía eléctrica.
La previsión era renovar más de 210 farolas en total con lo que Arteixo (con la modernización de 183 puntos de luz) ahorraría 2.500 euros al mes en la factura de la luz, por lo que se embolsaría 30.500 euros al año gracias a este proyecto.
El motivo de presentar el proyecto con A Laracha se debe a motivos económicos, puesto que las administraciones estatales priman las acciones que se realizan conjuntamente.