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miércoles | 24 abril | 2024
m. rodríguez > arteixo
El paseo de Loureda o el embalse de Meicende son solo dos de los lugares de Arteixo que a día de hoy está a oscuras. El motivo no es otro que el robo del cable de cobre que el Ayuntamiento ha decidido no reponer hasta encontrar una solución que impida estas fechorías. Visto el problema el concejal de Obras, José Ramón Amado, señala que la respuesta podría llegar con el sellado con hormigón de las cajas que abren para tirar del cable los ladrones. Por lo menos, se lo pondremos más difícil, apunta el edil.
Encontrada la solución, el gobierno local aprobará en breve la partida de más de 90.000 euros, que es la cantidad de dinero en la que han presupuestado lo que le costará a las arcas municipales reparar todo el destrozo que originan estos actos delictivos.
Además, los avisos son continuados, señalan desde el departamento. De hecho, la mayoría de las llamadas que reciben en el departamento por las deficiencias del alumbrado público, se debe a estos robos. Por este motivo, desde el Ayuntamiento explican que han preferido esperar para reponer el alumbrado público. No vamos a arreglarlo para que a los dos días nos vuelvan a robar el cable, expone Amado.
Nueve > Aunque es difícil no encontrar una parroquia en la que no se haya producido uno de estos robos de las farolas, el cálculo que maneja el Ayuntamiento hace referencia a los nueve kilómetros que se han llevado en un año aproximado.
Uno de los lugares en los que quieren encender cuanto antes el alumbrado es el embalse de Meicende. En este punto, los malhechores se hicieron con su botín el año pasado.
En total, se llevaron material por valor de 6.000 euros, de un paseo en el que se encuentra el parque infantil y los módulos biosaludables. En este punto, desde el Ayuntamiento señalan la preocupación especial que tienen por solucionar esta situación por la conflictividad que se da en el núcleo urbano.
Pero para llegar a los 9.110 metros de cable que han sido arrancados de las farolas, faltan otros puntos como el paseo fluvial de Loureda. Pero tampoco se libra la zona verde de la capital arteixana, en donde tampoco hay luz por las aceras.
La urbanización Montegolf y el área recreativa de Monteagudo son otro de los puntos que han corrido la misma suerte que los citados. Al igual que ocurrió en la calle de Oviedo (Meicende) o en el área recreativa de O Rañal.
No solo las farolas se han convertido en una fuente para los que se dedican al robo de cobre para su posterior venta. Los puntos limpios son otro de los lugares en donde no es difícil contabilizar algún hurto.
En el caso de Arteixo, en junio un rutinario robo en el punto limpio, que está ubicado en el polígono de Sabón, terminó con una espectacular persecución protagonizada por los cacos (que casi atropellan a un agente) y la Policía Local de Arteixo hasta el termino municipal de Carral. Finalmente, los ladrones fueron detenidos por la Guardia Civil días después.
