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viernes | 19 abril | 2024
La corporación de Arteixo, por unanimidad, dio luz verde ayer a la llegada de una segunda línea de bus urbano de A Coruña al municipio.
Los concejales de las cuatro formaciones políticas con representación en el pleno (PP, PSOE, BNG y TeGa) aprobaron con sus votos el convenio que permite la extensión de la línea 24 para que dé servicio, especialmente, a los vecinos de las urbanizaciones Montegolf y Cornisa, ubicadas en la zona de A Zapateira.
Con este visto bueno, que permite a la flota de la Compañía de Tranvías adentrarse dos kilómetros y medio en el municipio arteixán, habrá una segunda línea de bus tras el establecimiento en el año 2015 de la número 6 que llega hasta Meicende.
Según fuentes municipales, desde hace meses se mantuvieron reuniones con la Xunta para que permitiese dar una solución a la falta de transporte que afectaba a las dos urbanizaciones mencionadas.
El alcalde, Carlos Calvelo, explicó que el acuerdo fue un poco más sencillo que el alcanzado para Meicende, ya que en A Zapateira no existen líneas de transporte de estas características.
“No existen otros concesionarios de transporte que puedan realizar alegaciones a este convenio ya que no ven afectados sus derechos”, dijo.
El Ayuntamiento de Arteixo sigue así al de Culleredo que también anunció el pasado martes, día 26 de febrero, que aprobaría la llegada de este servicio a las urbanizaciones de Vallesur y Los Olivos, también ubicadas en A Zapateira.
Tras la decisión de ambas corporaciones ahora el acuerdo tiene que ser ratificado por el Ayuntamiento de A Coruña y la propia Xunta.
Ferroatlántica
La sesión plenaria celebrada la pasada jornada también fue aprovechada para que los concejales de Arteixo mostrasen su apoyo a los trabajadores de la factoría de Ferroatlántica de Sabón.
Un miembro del comité de empresa, representante de la plataforma sindical CIG, leyó una moción en la que se propuso, entre otras cuestiones, que el Gobierno reconozca a la compañía el estatus de industria electrointensiva.
“Con la creación de una tarifa industrial estable, con variaciones predicibles, a la que se puedan acoger los grandes consumidores bajo el cumplimiento de una serie de requisitos de consumo, potencia contratada y disponibilidad de interrupción”, apuntó.
