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jueves | 25 abril | 2024
El Ayuntamiento de Arteixo prohibía en 2011 la entrada por las tardes en el consistorio de los concejales de la oposición. Después de semanas de un fuerte encontronazo entre los partidos y el gobierno, llegaron al acuerdo de instalar cámaras de seguridad en el ayuntamiento. Un año después, en marzo de 2012, el equipo de gobierno denunciaba el robo de un expediente y reiteraba su intención de colocar vídeo vigilancia, su instalación, finalmente comenzó ayer.
Fuentes municipales indican que las cámaras estarán “en todas las dependencias comunes” de la casa consistorial. Por ejemplo, habrá una cámara a la entrada del salón de plenos, pero no en dicho salón, al igual que ocurrirá con los despachos, que no tendrán vigilancia. Añaden a estos lugares la oficina de la Policía Local.
La colocación de este sistema de seguridad tendrá un coste de “entre 6.000 y 7.000 euros”. Las imágenes, indican desde el Ayuntamiento, estarán controladas desde la comisaría. Se almacenarán “durante un tiempo, según la Ley de Protección de Datos”, para después, ser borradas.
Medidas
La primera vez que los concejales mencionaron la colocación de vídeo vigilancia, el alcalde, Carlos Calvelo, subrayaba que por las tardes, el consistorio no cuenta con conserje por lo que cualquiera podía entrar en las dependencias, sin ningún control.
Por ello, a los pocos meses de llegar al poder, el PP anunciaba su intención de prohibir el paso por las tardes a la oposición. El acuerdo al que llegaron –además de las cámaras– es que los concejales podrían acudir sin problema a sus despachos, pero, si se iban a reunir con vecinos, tendrían que avisar.
Respecto a las medidas a raíz del robo denunciado por el gobierno local, la decisión que tomaron fue la citada vídeo vigilancia a la entrada del archivo municipal, así como un sistema de control de acceso digital. Pero, el archivo será trasladado en un futuro al local donde hoy se ubica el Centro de Información á Muller. Como pasos previos a ello, el Ayuntamiento encargará un estudio de seguridad del bajo y un proyecto de traslado –a lo que suman la digitalización– al tiempo, las oficinas del CIM terminarán en las dependencias de servicios sociales.
